El abogado chino y defensor de derechos humanos Wang Quanzhang, quien denunció la prolongación de su cuarentena al concluir cerca de cinco años de prisión condenado por «subversión», pudo reencontrarse con su familia este lunes en Pekín, dijo a la AFP.
«Espero que pueda quedarme» en Pekín, declaró Wang a la AFP, tras reunirse con su esposa y su hijo de siete años.
Detenido en 2015 durante una redada contra unos 200 defensores de derechos humanos, el abogado de 44 años fue liberado a principios de abril, pero se le puso en cuarentena en su ciudad natal de Jinan (este) debido a la epidemia de COVID-19.
El abogado había denunciado que tras concluir los 14 días de cuarentena no tenía autorización para salir de Jinan y regresar a su casa en Pekín, pese a cinco pruebas negativas al coronavirus.
«Es como un sueño, en los últimos cinco años me había imaginado muchas veces» el reencuentro, declaró llorando su esposa Li Wenzu, en uno de los videos que circularon en las redes sociales sobre la emotiva reunión.