Después de 14 años, el cambio es patente sobre el conocimiento que se tiene en el mundo sobre Kazajistán, que saltó a la fama en 2006 cuando un falso periodista kazajo llamado Borat era lo único que mucha gente conocía de ese país centroasiático.
Sin embargo, Kazajistán nunca quiso tener nada que ver con el personaje que interpretaba el actor británico Sacha Baron Cohen ni con su película, de la que también era coguionista.
Ahora, a la sombra de una pandemia mundial que canceló millones de viajes y de una secuela cinematográfica muy oportuna, la ex república soviética da la bienvenida a Borat y a su lema, repetido una y otra vez en la cinta.
Ahora, este lema es utilizado en un nuevo video turístico promocional, que salió a la luz el mismo mes que la secuela de la película original, titulada «Borat Subsequent Moviefilm» con un largo subtítulo, pero más conocida como Borat 2.
Promocional
- «¡Muy bonito!» exclaman varias personas en el video de la campaña, aunque con mucho menos entusiasmo que Borat, mientras admiran los lugares de mayor interés del país.
- En él se incluyen imágenes de sus montañas, mercados de comida y su gastronomía.
- «¿Cómo puedes describir un lugar tan sorprendente en solo dos palabras? Como dijo un sabio: ‘Muy bonito'», se lee en el texto incluido en el video promocional para el canal de YouTube del organismo de Turismo de Kazajistán.
Está muy lejos de la respuesta original a la primera película, «Borat: Cultural Learnings of America for Make Benefit Glorious Nation of Kazakhstan» (Aprendizajes culturales sobre Estados Unidos para beneficiar a la gloriosa nación de Kazajistán), que fue estrenada en 2006.
En los meses posteriores a su estreno, los autoritarios dirigentes de Kazajistán calificaron de insultante la actuación de Cohen como el ignorante y fanático Borat, y dijeron que el personaje no reflejaba el carácter de los ciudadanos del país, muy conocido por sus riquezas energéticas.
Según el diario estadounidense The New York Times, la oficina de turismo decidió que esta vez no reaccionaría tan exageradamente a la secuela de Borat y que, en su lugar, utilizaría el eslógan para interesar a los turistas.