Capturado con fuerte operativo de seguridad. Su destino: enfrentar a la justicia estadounidense
El expresidente de Honduras Juan Orlando Hernández ha sido detenido este martes a las puertas de su residencia en Tegucigalpa, desde donde será trasladado ante la sede del Tribunal Supremo de Justicia donde será recibido en audiencia por el juez Francisco Ortez Cruz, encargado de su solicitud de extradición a Estados Unidos.
Bajo un riguroso operativo policial encabezado por el ministro de Seguridad, Ramón Sabillón, el expresidente Hernández, a quien se le ha colocado un chaleco antibalas, ha sido esposado de pies y manos y trasladado a dependencias policiales un en vehículo de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA).
Posteriormente será enviado a dependencias judiciales donde se le leerán sus derechos y se decidirá sobre su extradición a Estados Unidos, donde es requerido para responder por diferentes cargos de narcotráfico, informa el diario hondureño ‘La Prensa’.
Horas antes de su arresto, la Embajada de Estados Unidos en Tegucigalpa acusó a Hernández de haber participado en «una conspiración violenta» para recibir «múltiples toneladas de cocaína desde Colombia y Venezuela».
La Fiscalía de Nueva York confirmó en febrero de 2021 la existencia de una investigación por narcotráfico contra el expresidente hondureño, cuyo hermano, Antonio Hernández, ya fue condenado a cadena perpetua por narcotráfico.
El nombre del expresidente Hernández ya había salido previamente en las investigaciones, dado que los fiscales aseguraron que tuvo contacto con el narcotraficante mexicano Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán.
«La Cancillería, de acuerdo a ley ha remitido al Supremo de Estados Unidos una comunicación oficial de la Embajada, solicitando formal arresto provisional de un político hondureño con el propósito de extradición a Estados Unidos», ha publicado en redes sociales el Ministerio de Relaciones Exteriores de Honduras.
El abogado de Hernández, Hermes Ramírez, comunicó que solicitarían a la Fiscalía cualquier tipo de información acerca de posibles denuncias, todo ello días después de que Estados Unidos hiciera pública la presencia de Hernández en su lista de corruptos de julio de 2021, cuando todavía ejercía como presidente de Honduras, tal y como informó ‘La Prensa’.
Como consecuencia de esa inclusión, Hernández tiene prohibida la entrada a Estados Unidos. «Nadie está por encima de la ley», señaló el Departamento de Estado en un comunicado, del que el expresidente hondureño aseguró sentirse «sorprendido» y cuestionó que Washington hubiera basado su decisión en una serie de «reportajes de medios de comunicación», así como en la versión de «narcotraficantes y asesinos confesos».
«Juan Orlando Hernández se ha involucrado en una corrupción significativa al cometer o facilitar actos de corrupción y narcotráfico, y al utilizar las ganancias de actividades ilícitas para facilitar campañas políticas», detalló en un comunicado el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken.
La Fiscalía de Nueva York confirmó en febrero de 2021 la existencia de una investigación por narcotráfico contra el expresidente hondureño. El nombre de Hernández ya había salido previamente en las investigaciones, dado que los fiscales aseguraron que tuvo contacto con el narcotraficante mexicano Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán.
De acuerdo con las informaciones que publicó el diario hondureño ‘El Heraldo’, la revelación tuvo lugar durante una sesión en la que se confirmó la participación del narcotraficante Geovanny Fuentes Ramírez, quien habría financiado en 2013 la campaña presidencial de Hernández a cambio de protección y evitar una posible extradición.
Antonio Hernández, hermano del expresidente hondureño, fue condenado por un tribunal federal en Nueva York a cadena perpetua y a pagar 138 millones de dólares (118 millones de euros), tras ser hallado culpable en octubre de 2019 por narcotráfico, posesión de armas y falso testimonio.