Karin Slowing, extitular de la Secretaría de Planificación y Programación de la Presidencia.
Existen jefes ediles que mantienen un salario mensual bastante elevado, que posiblemente no esté acorde con la realidad de su municipio, es por ello que la experta en temas de planificación y desarrollo indica que se debería tener una ley que rija los sueldos de cada funcionario; asimismo, sugiere que la Asociación Nacional de Municipalidades de Guatemala puede crear consensos para lograr una autorregulación.
Álvaro Alay
Urge un ordenamiento
No existe una ley de servicio público que deban observar todos los funcionarios. Es por ello que para tener una mejora en los temas de salarios de las autoridades ediles se debe implementar una ley que rija todos los sueldos y que se enfoque en un perfil profesional, de competencias y desempeño. Sin embargo, no se tiene nada referente. En el caso particular de los alcaldes, ellos se rigen por el Código Municipal. Hay muy poco sobre la materia de regulación de salarios, queda a discreción, y en el fondo es una actitud bastante egoísta, porque todos tenemos derecho a un buen salario y una vida digna, pero el asunto es cuando esto no tiene ningún tipo de proporción con respecto a su propio equipo, no digamos a la población. Uno de los grandes retos es ordenar todo el tema de los salarios en el sector público. Para iniciar con estos cambios se podría encaminar una autorregulación de parte de la Asociación Nacional de Municipalidades.
Secreto bien guardado
El tema de los sueldos de los alcaldes ha sido siempre un secreto bien guardado, pese a que se violenta la Ley de Acceso a Información Pública, donde se estipula que los ediles deben hacer público su salario, así como el de su corporación municipal. Ellos están obligados en ley, y no quieren hablar de este tema porque saben que tienen cola que les machuquen; deben publicar las estructuras de salarios de sus municipalidades. La Procuraduría de los Derechos Humanos es la encargada de velar por que se cumpla con la Ley de Acceso a la Información Pública, por lo que debe de presentar las denuncias pertinentes al Ministerio Público, para que se procese a los alcaldes que no dan a conocer cuánto ganan.
Corrupción, al orden del día
La corrupción en las alcaldías no es más que la del gobierno central simplemente porque les llega una determinada proporción del presupuesto. Si les llegara más, posiblemente sería más, porque las instituciones de control son todavía relativamente laxas. Estoy en contra de la reelección indefinida de las autoridades ediles, ya que fomenta no solo corrupción, sino que genera caciques. Ninguna democracia se fortalece cuando sus autoridades se perpetúan en los cargos. Estoy en contra de la reelección; debería de existir la reelección con un límite.
Los alcaldes tienen la obligación legal de dar a conocer cuánto ganan, dice Slowing.