Guatemala cuenta con gran variedad de restaurantes, algunos de ellos muy sofisticados y con grandes chefs especializados. Por eso, no es una tarea sencilla elegir en dónde ir con la pareja, de negocios o en plan familiar. Acullá presenta algunas recomendaciones que puede ayudar para que la selección sea la más indicada.
- Ubicación: Este es un factor determinante por muchas razones, pero principalmente por la movilidad –tan complicada hoy en día en ciudad de Guatemala–. También hay que tomar en cuenta la facilidad que haya para llegar al punto, sobre todo, cuando se trata de reuniones de trabajo o familiares, pero que hay que facilitar la llegada a los invitados. La ubicación, por zona o barrio, dice mucho del tipo de restaurante que es.
- Parqueo: Lo mejor es que el restaurante tenga su propio parqueo, pero si no lo tiene, que haya alguno público cerca, para que sea fácil el acceso.
- Instalaciones: Casi siempre la calidad de las instalaciones está ligada a la calidad de la comida y servicio. Por eso es importante conocer directamente o por fotografías, las instalaciones del lugar que seleccionemos. Si cuenta con servicios adicionales –como bar–, también dice algo del nivel del lugar.
- Limpieza: casi nunca los comensales podemos ver la limpieza de la cocina. Sin embargo, si vemos que el área de comedor, baños y demás, siempre están limpios, nos está dando el mensaje claro: la limpieza es prioridad. No hay que fiarse nunca de un lugar que no es limpio en sus áreas públicas.
- El Menú: Hay que saber el tipo de restaurante qué es –comida internacional, típica, china, pizzería, italiana, etcétera– y mejor aún, sus especialidades. Si hay gran variedad de plato es seguro que puede satisfacer las exigencias personales y de los invitados. Un buen restaurante debe ser capaz de responder a diferentes gustos.
- Precio-calidad: No siempre la comida más cara es la de mejor calidad. Por eso tenemos que ser capaces de conocer la relación precio-calidad. Muchas veces los restaurantes cobran precios muy elevados, pero cuando se prueban los platos se comprueba que no corresponden al precio en cuanto a calidad. La buena comida no tiene que ser cara.
- Servicio: Este es uno de los factores más importantes para un buen restaurante. Todos esperamos que al llegar a un restaurante nos traten igual o mejor que en nuestras casas. Por eso, si hay buen servicio, es seguro que la cocina será de buena calidad.
Hay otros factores que se pueden considerar, como el tiempo de espera, la decoración y la atención personalizada del chef –cosa que no siempre puede darse–. También se debe tener muy en cuenta los comentarios que se hayan escuchado. Es difícil que un buen restaurante produzca malos comentarios. Así es que si se escuchan malos comentarios ¡cuidado!