El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, ordenó acciones contra el alza de los homicidios registrada este viernes con 17 asesinatos y amenazó con tomar medidas contra pandilleros que están presos.
«Les voy a dar un mensaje y no estamos jugando, y esto va para todos los pandilleros de todas las denominaciones: paren de matar ya o volvemos a poner la emergencia en penales», advirtió Bukele en una rueda de prensa.
«Tenemos que hacer lo imposible para detener este repunte hoy. Vamos a tener que redoblar esfuerzos», señaló.
Bukele aseguró que la Policía junto a la Fiscalía procederán a rastrear a líderes pandilleros en busca de detenerlos como presuntos responsables «directos» de ordenar el alza de homicidios.
No obstante aseguró, basado en información de unidades de inteligencia, que esas agrupaciones criminales estarían «siendo utilizadas con fines políticos», aunque prefirió no mencionar quién o quienes estarían detrás de ello.
En julio pasado el mandatario ordenó endurecer las condiciones de encierro en las poco más de 20 prisiones del país, principalmente en donde guardan prisión unos 17.000 miembros de pandillas, ello con el propósito de obligar a los miembros de esos grupos criminales que están en libertad a frenar los homicidios.
Cuando Bukele asumió el poder en junio, el número de homicidios era de unos 10 a diario.
Traslados continuos de pandilleros en las prisiones, reducción de las horas de toma de sol para los presos, eran parte de las medidas de endurecimiento en las cárceles, mismas que fueron levantadas por orden de Bukele en agosto pasado luego que se redujo el número de homicidios a 4,2 diarios.
El mandatario explicó que hasta el 19 de setiembre, en el país se contaban un promedio de 4,6 homicidios a diario, pero este viernes ocurrió el repunte que los elevó a 17.
Para intentar frenar el alza de homicidios, el director de la Policía comisionado Mauricio Arriaza, ordenó la suspensión de las licencias de los agentes, para que los poco más 23.000 miembros se encuentren a disposición para labor de seguridad junto a unos 7.000 soldados que apoyan al cuerpo policial.