El número dos del chavismo, Diosdado Cabello, desestimó este lunes un nuevo informe crítico de la alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, afirmando que no les va a «quitar el sueño», y la acusó de «ensañamiento» contra Venezuela.
«Lo que diga la señora Bachelet (…) no nos va a quitar el sueño, no nos vamos a dejar chantajear para nada», afirmó en una rueda de prensa televisada Cabello, presidente de la oficialista Asamblea Nacional Constituyente.
Esta fue la primera reacción del chavismo al nuevo informe presentado por Bachelet este lunes en el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas en Ginebra, en el que denunció más casos de «posibles ejecuciones extrajudiciales», así como de «torturas y malos tratos» de detenidos en Venezuela.
Bachelet presentó en julio un primer informe, alertando de la «erosión del Estado de derecho» en el país caribeño, miles de asesinatos por parte de fuerzas de seguridad y represión al ejercicio de derechos fundamentales.
Para el gobierno de Nicolás Maduro, el texto estaba lleno de «graves errores, falsas acusaciones y omisiones».
«Señora Bachelet, haga ese y 20 informes más (…). No nos afecta mucho, nosotros seguiremos avanzando y respetando los derechos humanos porque así lo establece nuestra Constitución y la ley», subrayó Cabello.
El dirigente rechazó «el ensañamiento» de la también expresidenta chilena contra su país y criticó que «su vista esté posicionada sobre Venezuela, Cuba y Nicaragua» mientras, según denunció, «no ve nada» de violaciones de derechos humanos en países como Colombia o el propio Chile.
En Caracas, activistas de derechos humanos se concentraron este lunes frente a la sede del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo para pedir una Comisión de Investigación específica sobre Venezuela.
Además de vivir una crisis política por la pugna de poder entre Maduro y el líder opositor Juan Guaidó, reconocido como gobernante interino por medio centenar de países, Venezuela está inmersa en la peor crisis socioeconómica en su historia reciente, que ha provocado el éxodo de 3,6 millones de personas desde principios de 2016.