El estadounidense Paul Krugman, Premio Nobel de Economía en 2008, criticó el papel del Fondo Monetario Internacional (FMI) en la crisis de Argentina y puso en duda la idoneidad de su directora gerente, Christine Lagarde, para su próxima gestión al frente del Banco Central Europeo (BCE).
En un hilo en la red Twitter publicado este martes, que inició con la frase «Llorando por Argentina», Krugman acusó además al presidente argentino, Mauricio Macri, de no paliar el doble déficit público -fiscal y de cuenta corriente- que enfrentaba el país cuando asumió el cargo, para evitar las consecuencias políticas de los recortes presupuestarios.
Según el experto, la respuesta al problema de los déficits gemelos era «de manual», sin embargo, «Macri no tomó o no pudo tomar el toro por los cuernos».
Krugman dijo que el presidente, que asumió en 2015 con la promesa de una reforma estructural en Argentina, tampoco estaba «dispuesto a permitir una rápida depreciación del peso tanto por el impacto inflacionario en un país con antecedentes de inflación, como por la deuda denominada en dólares».
Macri, «en cambio, recurrió a más préstamos extranjeros» y «al final todo lo que hizo fue cavar el hoyo más profundo, con un gran aumento de la deuda externa», afirmó el economista, profesor en la Universidad de Princeton y columnista del diario The New York Times.
Krugman destacó el «desagradable declive» de Argentina tras los «drásticos aumentos» de las tasas de interés y las medidas de austeridad «de último minuto» de Macri, pero consideró que no solo el gobierno se equivocó, sino también el Fondo, que le otorgó el año pasado un préstamo récord de 57.000 millones de dólares a tres años, de los cuales ya desembolsó más de 44.000 millones.
«Lo que sorprende para quienes hemos sido testigos mucho tiempo de crisis así es que esto es increíblemente cercano al guión de 1998-2001: sin ley de convertibilidad, pero con errores de política similares y un aval similar de esos errores por parte del FMI», resaltó en alusión a la debacle argentina de hace casi dos décadas, que también llevó a un traumático auxilio del organismo multilateral.
El economista concluyó expresando su «preocupación» por la futura gestión de Lagarde, quien abandonará su cargo en el FMI el 12 de septiembre para ponerse al frente del BCE a partir de noviembre, en reemplazo de Mario Draghi.
«Esto me hace preocupar más por Lagarde en el BCE. Todos los involucrados realmente, realmente deberían haberlo sabido mejor», señaló.