El ministro de Hacienda de Argentina, Nicolás Dujovne, renunció este sábado a su cargo y fue reemplazado por Hernán Lacunza, luego de una semana negra para la economía, con desplome de la moneda y la Bolsa, en reacción al revés electoral del presidente liberal Mauricio Macri.
Dujovne, que ocupaba la cartera desde enero de 2017, declaró estar «convencido de que, en virtud de las circunstancias, la gestión (de gobierno) necesita una renovación significativa en el área económica», según su carta de renuncia.
Dujovne deja su cargo en medio de una profundización de la crisis económica que atraviesa Argentina tras las elecciones primarias del pasado domingo, que dieron un duro golpe a las aspiración de Macri de reelegirse en octubre.
La fórmula opositora del peronismo de centro-izquierda que lidera Alberto Fernández junto a la exmandataria Cristina Kirchner (2007-2015) obtuvo 47% de los votos en esos comicios destinados a confirmar las candidaturas. Macri solo consiguió 32%.
«Mi renuncia es coherente con la pertenencia a un gobierno y espacio político que escucha a la gente, y que actúa en consecuencia», dijo Dujovne, en un claro mensaje al electorado cuando todavía quedan más de dos meses para las presidenciales del 27 de octubre.
Tras esos resultados, que hicieron caer más de 30% a la Bolsa de Buenos Aires y 20% al peso, con temores en los mercados de que Argentina declare una cesación de pagos, Macri decretó un conjunto de beneficios salariales y rebajas impositivas, en un intento por aliviar a las clases medias que sufren las medidas de ajuste pactadas con el Fondo Monetario Internacional.
Salida del guardián
«Está claro que el reemplazo obedece a que Dujovne era el ‘guardián’ del plan de austeridad fiscal acordado con el FMI, plan que fue derrotado en las urnas el domingo pasado», comentó a la AFP el economista Matías Carugati, de la consultora Management & Fit.
«Esta semana ya hubo cambios a ese plan, con medidas de expansión del gasto público para amortiguar el impacto de la depreciación y tratar de revertir la situación económica y política», añadió.
Lacunza se desempeñaba hasta ahora como ministro de Economía de la provincia de Buenos Aires, que gobierna la oficialista María Eugenia Vidal. También fue gerente del Banco Central entre 2005 y 2010, durante los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner.
Su nombramiento fue anunciado por la presidencia en un escueto comunicado.
Este es el primer cambio de gabinete desde el revés electoral de Macri.
Para el analista político Carlos Fara, la salida de Dujovne es «natural, porque quedó muy cuestionado su esquema económico».
«Ahora el gobierno sale a jugar de otra forma. Quedan 10 semanas para la elección, por lo cual el equilibrio fiscal ya no le sirve. Es preferible pedir perdón al Fondo Monetario que tratar de cumplir con el Fondo perdiendo la elección», dijo Fara a la AFP.
Antes de Dujovne fue Alfonso Prat Gay a quien el presidente pidió la renuncia como ministro de Hacienda y Finanzas en diciembre 2016.
Rebaja de notas
Las calificadoras de riesgo Fitch y S&P rebajaron la calificación de las emisiones de deuda argentina el viernes.
Fitch la recortó dos escalones, desde «B» hasta «CCC», una categoría que indica posibilidades de default o cesación de pagos.
«El recorte de la nota de Argentina refleja una elevada incertidumbre política después de las elecciones primarias del 11 de agosto, un severo endurecimiento de las condiciones financieras y el esperado deterioro del ambiente macroeconómico que aumenta la posibilidad de un default de la deuda soberana o de una restructuración de algún tipo», señaló.
Según la calificadora, las elecciones primarias resaltaron los riesgos de una discontinuidad de las políticas económicas después de las elecciones generales de octubre.
S&P, en tanto, rebajó la nota un escalón de «B» a «B-«.
El nuevo ministro de economía tendrá la difícil tarea de tratar de traer algo de tranquilidad a los mercados, y lidiar con un país en recesión, en medio de una campaña electoral cuesta arriba para Macri.
Deberá además convencer al Fondo Monetario Internacional para que desembolse próximos tramos del crédito de 56.000 millones de dólares que el gobierno negoció en busca de estabilizar el mercado cambiario del país.
Argentina tiene a 32% de la población bajo la línea de pobreza y una inflación anualizada de más de 50%.