Israel comenzó este lunes la demolición de viviendas palestinas que considera ilegales en el sur de Jerusalén, cerca de la barrera de separación que aísla a la Ciudad Santa de la Cisjordania ocupada, una operación que preocupa a la ONU.
Decenas de militares y policías israelíes rodearon al menos cuatro edificios en la zona de Sur Baher, un barrio entre Jerusalén y Cisjordania, el territorio que Israel ocupó y anexó en 1967, una decisión que nunca fue reconocida por la comunidad internacional.
Los residentes fueron evacuados y los periodistas tuvieron que alejarse antes de que una excavadora empezara la demolición.
«Quiero morir aquí», gritó un hombre, tras ser evacuado a la fuerza.
«Cuando la casa quede destruida estaremos en la calle», dijo a la AFP Ismail Abadiyeh, de 42 años, quien vive con sus cuatro hijos en uno de los edificios amenazados.
Israel afirma que los edificios se construyeron muy cerca de la barrera de separación que comenzó a construir en 2002, durante la violencia de la segunda Intifada (levantamiento palestino), para protegerse de ataques provenientes de la Cisjordania ocupada.
Por su lado, los palestinos acusan al gobierno israelí de usar como pretexto la seguridad para obligarlos a abandonar la zona y aumentar los asentamientos israelíes. Además, denuncian una violación de todos los acuerdos firmados con Israel.
«Primero Israel ocupa militarmente las tierras, luego construye ese horrible muro del ‘apartheid’, después decide demoler las casas palestinas, construidas en tierras palestinas con permisos legales palestinos, debido a su proximidad al muro», afirmó en Twitter la dirigente palestina Hanan Ashrawi.
«Esta operación busca cortar Jerusalén de Belén» en el sur de Cisjordania, afirmó en un video Walid Assaf, ministro palestino encargado de la vigilancia de los asentamientos israelíes.
Riesgo para la seguridad
El ministro de Seguridad Pública de Israel, Gilad Erdan, acusó a los palestinos de «mentir» al asegurar que las demoliciones fueron avaladas por la Corte Suprema israelí tras un largo proceso.
«Las estructuras fueron construidas ilegalmente cerca de la barrera de seguridad y constituyen un riesgo para las vidas de los civiles y de las fuerzas de seguridad», tuiteó Erdan.
Para los palestinos, esa barrera, de hasta nueve metros de altura, es un «muro del apartheid» que obstaculiza su vida cotidiana.
Su trazado se sitúa en el 85% en Cisjordania y aísla el 9,4% del territorio palestino, según la ONU.
El 18 de junio, las autoridades israelíes informaron a residentes del barrio de Sur Baher de su intención de demoler sus viviendas y les dieron 30 días para evacuar el lugar.
Según la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas (Ocha), esta decisión afecta a diez edificios, cuya mayoría todavía están en construcción, entre ellos alrededor de 70 apartamentos.
Unas 350 personas se verán afectadas, según el organismo.
El «desplazamiento, principalmente de los más vulnerables, es traumático y tiene consecuencias duraderas» advirtió la ONU, antes de las demoliciones.
Unos veinte diplomáticos de 20 países, mayoritariamente europeos, acudieron el 16 de julio a este barrio de la región de Jerusalén, donde varios responsables palestinos les llamaron para impedir la demolición.
Los habitantes de Sur Baher temen que otros cien edificios de su barrio estén en riesgo.
Las autoridades israelíes destruyen con frecuencia lo que consideran construcciones ilegales de casas palestinas en Jerusalén-Este y en la Cisjordania ocupada.