Un tribunal de apelaciones estadounidense rechazó el miércoles una demanda en la que se acusaba al presidente Donald Trump de obtener ganancias ilegales de un hotel de su propiedad en Washington, lo que representa una victoria clave para la Casa Blanca.
Tres jueces del tribunal federal de apelaciones de Richmond, Virginia, decidieron por unanimidad que ni el estado de Maryland ni Washington DC podían presentar la demanda, potencialmente dañina para Trump, en la que lo acusan de enriquecimiento privado desde una posición en la administración pública, algo prohibido por la Constitución.
La demanda apuntaba directamente al Trump International Hotel, ubicado a solo cuatro cuadras de la Casa Blanca, que se ha convertido en el alojamiento preferido por dignatarios extranjeros y empresarios que buscan entablar lazos favorables con la administración Trump.
Los jueces cuestionaron el interés real detrás de la demanda presentada por Maryland y Washington, y dijeron que se trataría de un «uso inapropiado» de la corte.
Conocida la decisión, Trump se declaró victorioso en Twitter y calificó la acusación en su contra como «ridícula» y una «caza de brujas» alimentada por los demócratas.
«No gano dinero, sino pierdo fortunas por el honor de servir y realizar un gran trabajo como su presidente (¡lo que incluye aceptar salario Cero!)», escribió Trump.
Desde que Trump ganó las elecciones de 2016, su hotel cinco estrellas sobre la avenida Pensilvania, a pocos pasos del National Mall, se convirtió en centro de la actividad política y diplomática en la capital de Estados Unidos.
El diario The Washington Post informó que desde que Trump llegó al poder la embajada de Kuwait lo adoptó como sede de una suntuosa fiesta anual que organiza por su día nacional y el gobierno de Arabia Saudita lleva gastados allí más de 270.000 dólares.
Ejecutivos de la empresa de telecomunicaciones T-Mobile gastaron en el hotel 200.000 dólares, según la revista Vox, luego de que esa compañía anunció una fusión con su rival Sprint y enfrenta una investigación gubernamental antimonopolio.
La declaración financiera anual de Trump mostró en mayo que el hotel produjo ganancias por 40,8 millones de dólares en 2018, casi un 10% del total de sus ingresos.
Washington y Maryland lo demandaron en 2017, alegando que Trump estaba violando la Constitución, que prohíbe a funcionarios del gobierno recibir regalos, pagos u otra clase de beneficios de gobiernos extranjeros o sus funcionarios.
La acusación dice que el hotel de Trump y sus restaurantes han desviado de forma injusta actividades que solían realizarse en centros de convenciones de Washington y Maryland.
Los jueces del tribunal de apelaciones dijeron sin embargo que ninguno de los demandantes pudo demostrar pérdidas reales.
Agregaron que afirmar que los clientes del Trump International Hotel buscan el favor del presidente era solo una «especulación».