La Higuera, Chile
El eclipse total solar de este martes será visible en gran parte del Cono Sur pero tendrá en los prístinos cielos del norte de Chile un lugar privilegiado de observación.
Si antes la oscuridad de los cielos despertaba temor, los eclipses hoy son motivo de festejos masivos y un instante único de estudios para científicos, que con ellos han podido confirmar, por ejemplo, la teoría general de la relatividad de Einstein.
El fenómeno se iniciará a las 17H01 GMT (13H01 local) en medio del océano Pacífico.
La sombra de totalidad, de unos 150 km de ancho y donde se concentra la mayor expectación, tocará las costas chilenas a las 16H38 locales (20H38 GMT), cubriendo desde el balneario de Guanaquero, en la región de Coquimbo, hasta Caleta Chañaral, en la de Atacama.
Tras cruzar Chile -de mar a cordillera sobre el sector sur del desierto de Atacama, el más árido del mundo- seguirá hacia el sureste en viaje a Argentina, según un informe de la Fundación Chilena de Astronomía.
Por su cercanía al eje central de la sombra o «zona cero», en la pequeña localidad de La Higuera, en el límite de las regiones de Coquimbo y Atacama, el eclipse total alcanzará su máxima duración: dos minutos y 36 segundos.
Predecir un eclipse
Este un proceso que ocurre cuando el sol, la tierra y la luna se encuentran en el mismo plano.
«Usualmente, la tierra girando en torno al sol forma un plano imaginario, que se llama eclíptica, pero la luna con la tierra forman otro plano y ese plano está inclinado en cinco grados. Por tanto, no siempre están estos tres cuerpos en este mismo plano. Cuando ocurre que están en el mismo plano, tenemos eclipses, ya sea de luna o de sol», explica a la AFP el astrónomo Luis Barrera, director del Departamento de Física de la Universidad Nacional de Ciencias de la Educación (Unce).
Los más comunes son los eclipses anulares, que significa que la luna está un poco más lejos de la tierra y no alcanza a cubrir completamente el disco del sol y queda como un anillo.
Lo que va a ocurrir este martes es un eclipse total, o sea que el disco de la luna estará un poco más grande que el disco del sol aparentemente y se va a producir una cobertura total.
Si bien en las culturas antiguas, muchas veces los eclipses eran motivo de angustia y temor para las personas que se encontraban de pronto con ellos, hoy, a partir de la dinámica de los movimientos de los cuerpos del sistema solar, se ha logrado conocer su ocurrencia con una altísima precisión.
«Uno puede darse el lujo de predecir eclipses en 10.000 años más», dice Barrera.