Por Marcela Marroquín Cabrera
marcemarro@gmail.com
Los pocos días que quedan para dar por terminado el 2017 a muchos nos sirven para evaluar logros, tropiezos y todo eso que nos hace falta para alcanzar nuestras metas. Anuales o no, creo que nuestras proyecciones se pueden medir en doce meses, los cuales nos sirven de termómetro emocional. También nos sirve para darnos cuenta cuales propósitos de nuevo año se quedaron en la libreta apuntados y estuvimos lejos de alcanzarlos. Haciendo un recuento personal les confieso que este año fue por demás bendecido y productivo y logré cumplir una meta muy importante.
Como país aún nos falta seguir ordenando la casa, si bien hubo algunos incipientes avances, creo que todavía nos falta un largo trecho para sentirnos tranquilos y cómodos con un escenario político que nos ofrezca la tranquilidad de que estamos encaminados, no hablo de que todo esté resuelto, sino de al menos estar en la ruta del desarrollo en la que todos los sectores encuentren la vía para ofrecer lo mejor en materia económica y social. Es por ello, que cada uno desde su metro cuadrado tiene el poder de decidir tender una mano hacia más necesitados, todos tenemos de cerca alguna familia, compañero de trabajo, amigo o conocido que esté apretado o pasando un momento de angustia para poder subsanar su situación económica. Creo que esta época se presta para dar, ojalá todas así fueran, sin embargo, he comprobado que el espíritu que se vive específicamente este mes resulta cargado de un positivismo que redunda en acciones de bien. Hay tantas ideas y proyectos en los cuales uno se puede involucrar y créanme que la satisfacción personal es infinita. Entre esas ideas les menciono algunas:
- Si conoce a alguna amiga que tenga espíritu emprendedor y haga tamales, comida de la época y pasteles navideños, hágale un pedido y les aseguro que la estará ayudando de la mejor manera, manifestando confianza y apoyo no solo en comprarle comida, sino también en darle un espaldarazo a su negocio de autoempleo. Esto incluye a aquellos que hacen artesanías, adornos de la época, postres y demás.
- Si lo suyo es ayudar al más necesitado donando dinero, le cuento que se está llevando a cabo el tamalómetro el cual busca recaudar 3 mil 100 cenas navideñas, estas constan de un tamal, café y pan para personas de escasos recursos que merecen recibir ayuda y cenar un calientito tamal en esta navidad. maratondeltamal.org .
- Recolecte suéteres, ponchos y ropa para este invierno que nos tiene temblando del frío, y vaya a un albergue o cárguelos entre su auto y los va donando a hombres, mujeres y niños que están en las calles haciendo malabares en los semáforos para ganarse unos centavos.
- Acérquese a cualquier club Rotario o Rotaract, estoy segura de que cada uno tiene proyectos de labor social que tienen por objetivo acariciar el alma de personas de escasos recursos.
- Proponga hacer una colecta en el convivio de su oficina o el de sus amigos del colegio y lo recaudado lo pueden donar a alguna estación de bomberos voluntarios, ellos son nuestros héroes vigentes y se juegan la vida salvando otras. En esta época les toca atender aún más casos de incendios por mal manejo de cohetillos y juegos pirotécnicos.
Creo que con estas ideas ya pueden tener un motivo para dar un poco de todo lo que han recibido en este año, tratemos de dejar caras largas y quejas para enero (ja, ja, ja) ya no acumule propósitos inalcanzables, o al menos déjelos para el próximo año. Les aseguro que si revisa la lista del 1 al 5 que acabo de enumerar su espíritu se llenará de gozo y ese gozo será contagioso. Fuerte abrazo estimado lector y que el 2018 nos traiga ánimo y fuerza para que con la mejor de las actitudes sigamos esforzándonos por sacar adelante a nuestra amada Guatemala.