Vestido como Lázaro, Paraguay resucitó castigando a Chile y los aburridos 0-0 de Colombia en San Cristóbal y del duelo Messi-Suárez en Montevideo apretaron la carrera sudamericana al Mundial de Rusia-2018 a falta de tres jornadas.
Ni en las historias de Hitchcock se podría prever un desenlace tan infartante, porque entre Colombia, segunda, y Ecuador, octavo, apenas hay una distancia de cinco unidades en una guerra declarada en Sudamérica por tres pases directos y la opción del repechaje para el quinto.
Mientras Brasil mira desde el liderato muerto de la risa y con el boleto al Mundial hace una jornada, Colombia (25), Uruguay (24), Chile (23), Argentina (23), Perú (21), Paraguay (21) y Ecuador (20) vivirán hasta octubre presos del insomnio y el desespero, porque los números aprietan y ganar lo que queda, al «como sea», ahora es imprescindible.
La albirroja, a la que nunca se puede dar por muerta, salió en Santiago de las cuerdas y evitó con una goleada de 3-0 el nocaut ante el bicampeón de América, el mismo equipo que sedujo y perdió la final de la pasada Copa de las Confederaciones.
El Chile del jueves fue una versión improductiva, una máquina agotada y un equipo sin corazón. Y para colmo, su estrella Arturo Vidal, el guerrero que casi nunca falla, falló. Hizo un autogol, uno parecido al escándalo en que se vio envuelto en un casino la noche del lunes.
«Nunca encontramos la fluidez que tiene este equipo. No estuvimos finos y tuvimos la fatalidad, sobre todo el primer gol (el de Vidal). A partir de ahí, se nos hizo muy complicado», lamentó Juan Antonio Pizzi, DT de La Roja.
Paraguay hizo su negocio, marcó y se cerró bien, y ahora espera a Uruguay en Asunción como un toro de lidia.
– Ceros que suman pero aburren –
En Montevideo, los amigos de Messi visitaban a los amigos de Suárez, los entrañables compadres en el Barça, pero rivales circunstanciales en el añejo clásico del Río de la Plata.
El negocio fue redondo para ambos seleccionados: un 0-0, pobre en espectáculo, pero valioso para mantener la posición en la tabla.
Sampaoli hizo su estreno oficial en Argentina y apostó al cambio, con el mediático Icardi en punta y la joya Dybala acompañando a Leo en la creación, mientras el ‘Maestro’ Tabárez recuperó a Suárez tras superar una lesión y así respiro aliviado para juntarlo con Cavani.
«Necesitábamos ganar por nuestra situación en la tabla», lamentó Sampaoli. «El resultado nos deja fuera de la clasificación directa. Vinimos a buscar otra cosa. Pero la evaluación es que nos llevamos un sabor amargo por no haber podido ganar», remarcó.
Colombia se presentó ante Venezuela en San Cristóbal con un equipo de lujo, liderado por la luz del renovado astro Radamel Falcao García y otros artistas de primer nivel, como los volantes Juan Guillermo Cuadrado y Edwin Cardona, pero chocó con el ímpetu del bravo combinado vinotinto de Rafael Dudamel.
Los dirigidos por José Pekerman venían de ganar sus dos partidos de la pasada doble fecha y esperaban dar ante el colero de la clasificatoria un sólido paso hacia Rusia, pero se fueron cabizbajos con un 0-0 y preocupados porque en el horizonte aparecen Neymar y su corte de luminarias.
«No estoy conforme, hubo cosas que nos faltaron hacer bien (…). Es duro. Ahora vamos a ir con optimismo a enfrentar a Brasil», señaló Pekerman respecto al crucial choque del martes ante la canarinha en la caribeña Barranquilla.
– Brasil, juez implacable –
Con el 2-0 a Ecuador en Porto Alegre, Brasil llegó a su novena victoria consecutiva camino a Rusia.
No marcó Neymar, el nuevo futbolista más caro en la historia de este maravilloso deporte, pero aparecieron Paulinho y Coutinho para adornar los números del revolucionario Tité en el banquillo de los pentacampeones del mundo.
Los regalitos de Brasil y Paraguay revitalizaron los 0-0 de San Cristóbal y Montevideo, pero, también, pusieron a siete selecciones a convivir dentro de una caja de fósforos.
Colombia el martes y Chile en octubre, en la decimoctava y última fecha, chocarán con este nuevo juez implacable, una especie de iceberg con el que nadie quiere estrellarse a esta altura del partido.
Perú cerró la jornada con una victoria 2-1 sobre Bolivia en Lima, una buena bocanada de oxígeno para ir a pelearle a Ecuador los puntos el martes y dejarlo fuera de carrera.
La recta final de la eliminatoria se puso como en el campito: donde el fútbol se dirime casi que a las trompadas.