- De las dudas crónicas a la corona de Doha. Ousmane Dembélé ha completado en 2025 la metamorfosis más espectacular del fútbol moderno, transformando su anarquía en el arma más letal del planeta.
El 16 de diciembre de 2025 quedará grabado como el día en que el fútbol se rindió definitivamente al «Mosquito». En una gala deslumbrante en Doha, Ousmane Dembélé alzó el premio The Best 2025, cerrando un año de ensueño que ya incluía el Balón de Oro conquistado en septiembre.
Superando en la votación a un histórico como Kylian Mbappé y a la joven perla Lamine Yamal, el francés ha demostrado que su techo no era una quimera, sino una realidad que solo necesitaba el ecosistema adecuado.

El «Efecto Lucho»: De la indisciplina a la madurez
El éxito de Dembélé no se entiende sin la figura de Luis Enrique. Bajo la batuta del técnico asturiano (también premiado como el mejor entrenador del año), Ousmane ha dejado de ser un «extremo de rachas» para convertirse en el líder táctico del Paris Saint-Germain.
En París, ha encontrado una regularidad física y mental sin precedentes. Su temporada 2024-2025 fue el motor de un PSG histórico que alcanzó el trébol doméstico y, finalmente, la ansiada Champions League tras una final épica contra el Inter de Milán, donde su desequilibrio fue la llave que abrió el cerrojo italiano.
«Dembélé no solo juega al fútbol, él inventa espacios donde otros ven muros. Es el jugador más desequilibrante que he entrenado jamás». > — Luis Enrique, tras la final de la Champions 2025.
Radiografía Técnica: La ambidiestría como doctrina
Lo que hace a Dembélé un ejemplar único en la élite es su naturaleza inclasificable. En un fútbol cada vez más mecanizado, él representa la improvisación absoluta.
El Misterio de la Lateralidad: Sigue siendo el único jugador capaz de ejecutar un penalti con la derecha y un tiro libre con la izquierda con la misma precisión quirúrgica.
Visión Periférica: Ya no solo regatea para sí mismo; su capacidad para leer los desmarques de Vitinha o Barcola ha elevado su cifra de asistencias a niveles de «playmaker».
Resiliencia Física: A sus 28 años, ha superado el estigma de las lesiones, firmando una campaña con más de 50 partidos disputados al máximo nivel competitivo.

Un legado de superación
Dembélé ha dejado de ser la sombra de Mbappé para ser la luz propia de un PSG que, por fin, parece haber encontrado su identidad. Su victoria en 2025 no es solo un triunfo del talento puro, sino una reivindicación de la resiliencia.
El jugador que llegó a ser abucheado hoy es el espejo donde se miran las nuevas generaciones que buscan dominar el arte del regate.
