- Cuando Xabi Alonso asumió el mando del Real Madrid, el ambiente en Valdebebas combinaba expectativa, respeto y cierta cautela.
Su trayectoria en el Bayer Leverkusen, donde transformó un equipo irregular en una máquina de precisión táctica, lo convirtió en uno de los entrenadores más deseados de Europa. En el Madrid, además, regresaba un ídolo de la casa, un exjugador que representaba el equilibrio, la sobriedad y la lectura privilegiada del juego.
Sin embargo, el tránsito de Alonso por el club blanco no ha sido lineal. A pesar de momentos de alto nivel, algunas semanas recientes han encendido alarmas, y desde el entorno del club empiezan a circular rumores sobre la posibilidad de que no continúe la próxima temporada.
Un proyecto basado en identidad y control
Desde su llegada, Xabi Alonso buscó implantar una idea reconocible: Salir jugando desde atrás, incluso bajo presión. Uso intensivo de los interiores para ganar superioridades. Laterales muy altos, especialmente el izquierdo, para fijar rivales. Presión tras pérdida inmediata, con un bloque agresivo y sincronizado.
El equipo, en fases, funcionó muy bien. Su Madrid mostró tramos de fútbol dominante, especialmente cuando los mediocampistas gozaron de continuidad física. La consolidación de jugadores como Tchouaméni, Valverde o Camavinga en roles híbridos fue mérito del cuerpo técnico.
Pero la propuesta también mostró fragilidades conocidas: cuando el rival rompe la presión, el sistema queda expuesto a transiciones peligrosas, y la zaga, en ciertos partidos, ha sufrido más de lo esperado.
Gestión del vestuario: una virtud… y un desafío
Alonso se encontró con un grupo experimentado, con jerarquías sólidas y en pleno recambio generacional. Su estilo dialogante y su autoridad natural —producto de su carrera como jugador— le permitieron inicialmente una convivencia serena.
Sin embargo, según diversas fuentes del entorno mediático, tres factores han generado tensión:
1. La situación de los veteranos
No todos han encajado con comodidad los nuevos roles reducidos. Alonso apostó por meritocracia estricta, lo que generó cierta incomodidad en algunos sectores del vestuario.
2. La evolución del ataque
El equipo ha dependido demasiado de chispazos individuales en ciertos tramos. La falta de un “9” dominante, o la irregularidad de los disponibles, tensó el proyecto en días clave.
3. El desgaste de la exigencia
El Madrid vive en puntas de lanza: cada empate pesa, cada derrota es crisis. Alonso, acostumbrado a un entorno menos volcánico como Leverkusen, ha debido adaptarse a un clima de máxima presión.
Los resultados: ¿suficientes para sostener el proyecto?
El análisis frío muestra que el equipo ha competido, ha estado en las instancias importantes y ha mostrado identidad. Pero también dejó dudas en partidos clave, especialmente en encuentros donde el rival planteó bloque bajo y transiciones rápidas.
Los resultados recientes —sumados a vacíos de regularidad— han alimentado rumores sobre una posible salida, ya sea por decisión del club… o incluso del propio entrenador.
¿Por qué se habla de su salida?
Hay tres escenarios que explican el murmullo creciente:
1. Otros clubes están interesados
Xabi Alonso mantiene cartel de entrenador élite. Tres grandes de Europa preguntan por él cada temporada. La posibilidad de que regresara a la Bundesliga o incluso a la Premier no es descartable.
2. El club evalúa alternativas
En el Madrid, la frase “el banquillo es de alto riesgo” es literal. La directiva suele mantener evaluaciones continuas, y perfiles como Raúl, Zidane o incluso entrenadores extranjeros siempre están en la órbita.
3. Señales internas de desgaste
Aunque no hay ruptura, el entorno detecta que las tensiones se han incrementado. Alonso es extremadamente profesional y no entra en guerras internas, pero los indicios de cansancio existen.
¿Qué viene ahora?
El futuro de Xabi Alonso dependerá de tres factores inmediatos: Resultados en los partidos decisivos que restan. Sensación general de crecimiento o estancamiento del proyecto. Conversaciones con Florentino Pérez al final de la temporada. En el Real Madrid, la temporada se juzga más por cómo termina que por cómo empieza.
Xabi Alonso ha aportado estructura, ideas y una visión moderna al Real Madrid. Su paso por el club no puede considerarse fallido: ha ordenado el equipo, ha potenciado talentos y ha intentado dar una identidad duradera.
El desenlace dependerá de las próximas semana y del famoso “entorno” madridista, que nunca duerme.