- El Barcelona logró una victoria trabajada por 3-1 ante el Alavés en el Spotify Camp Nou, en un duelo lleno de altibajos, tensión y contundencia en los momentos decisivos.
Después de la reciente derrota en Champions, los azulgranas salieron urgidos de resetear su ánimo y recuperar confianza ante su afición.
El partido arrancó con sorpresa: apenas al minuto 1, tras un córner mal defendido, Pablo Ibáñez anotó para Alavés, poniendo el marcador 0-1 y generando incertidumbre en el Camp Nou.
Sin embargo, la reacción barcelonista no tardó: al minuto 8, Lamine Yamal igualó con un gol que devolvió la esperanza al equipo local.

A partir de ahí, el dominio del Barça se fue asentando. Al minuto 26, Dani Olmo puso el 2-1 con un buen remate, completando la remontada antes del descanso.
En la segunda mitad, Barcelona supo manejar el juego: control de balón, oficio y aprovechamiento de los espacios. Finalmente, en la recta final del partido, Olmo repitió la dosis y sentenció el 3-1, cerrando la victoria con justicia.
Con este resultado, el Barcelona sumó su cuarta victoria consecutiva en LaLiga y se colocó —aunque temporalmente— en la cima de la tabla, recuperando sensaciones positivas tras tropiezos recientes.

Lo que funcionó para el Barsa
Reacción rápida tras el gol tempranero de Alavés. El equipo no se hundió cuando recibió el golpe inicial: en menos de diez minutos igualó, lo que demostró carácter y mentalidad colectiva.
Voluntad ofensiva y recursos ofensivos aprovechados. Yamal ofreció desequilibrio, Olmo eficacia ofensiva y el equipo encontró fluidez por banda e interior. Fue una respuesta clara al golpe anímico tras la caída en Champions.
Capacidad para controlar el segundo tiempo. Tras el descanso, el Barça impuso su dominio posicional, supo controlar el ritmo y no permitió que el Alavés explotara ocasiones de peligro. La victoria se cimentó también en solidez defensiva y gestión del juego.
Importancia para la pelea por el título. En un campeonato tan competitivo y tenso, los tres puntos —y la forma de conseguirlos— son valiosos para mantener la ambición intacta.
Lo que sigue siendo una asignatura pendiente
Inseguridad defensiva al inicio. El gol de Alavés muestra que aún hay flaquezas en la marca en balón parado o transiciones. Un equipo aspirante al título no puede permitirse empezar en desventaja tan temprano.
Dependencia de momentos individuales. Aún cuando el colectivo rindió, las soluciones vinieron de acciones puntuales. Si esas no aparecen, el equipo puede vacilar —algo que quedó en evidencia ante el primer gol rival.
Ritmo irregular. El partido tuvo momentos brillantes y otros de desconexión. Para ser candidatos reales al título, Barcelona necesita mayor consistencia durante los 90 minutos, no solo apariciones puntuales.
Qué significa esta victoria para el Barsa
Un respiro después del golpe europeo. Tras la derrota en Champions, conseguir esta remontada fue clave para recuperar confianza, especialmente ante su afición.
Reafirmar ambiciones en LaLiga. Con rivales directos en buen momento, ganar así —con carácter y efectividad— envía un mensaje claro: el Barça quiere pelear hasta el final.
Construcción de identidad colectiva. La mezcla de juventud, talento y necesidad resultó efectiva. Si el equipo mantiene esta actitud, su techo puede ser alto.
