| Indudablemente, esta es la peor crisis que ha estallado en el gobierno. A su ya debilitada condición, se da un escenario en el cual ya solo la gente totalmente desinformada o francamente torpe, podría apoyarles. Depende total, solitaria y absolutamente del gobierno de Estados Unidos, quien lo considera el gobernante subalterno más destacado en la planilla. Si se va el ministro y todas las estructuras implicadas, los gringos podrán llevarlo en andas hasta enero 2028, pero, hay que decirlo, en trapos de cucaracha. |
José Alfredo Calderón E. (Historiador y analista político)
Quienes me conocen saben que jamás he participado en un partido político, ni como afiliado y menos con algún puesto; sin embargo, lo más cerca que he estado, fue por los años que impartí formación política en Semilla (2018-2022) como un aporte académico ad honorem, lo cual me permitió conocer muy bien la organización a lo interno.
Dejé de apoyar al darme cuenta que el sueño de Edelberto Torres-Rivas no correspondía al resultado práctico del proyecto ya hecho partido, máxime en 2023, cuando vi a muchas caras desconocidas, treparse al carro electorero.
Sin embargo, por solicitud de una persona electa de la bancada oficial, decidí volver a apoyar ya iniciado el gobierno, en un petit de comunicación política paralelo, no como órgano institucional, ni de gobierno o de partido, sino integrando un grupode seis profesionales que brindaríamos insumos para la parte más flaca de la organización: la comunicación política. Nuestro enlace con los que toman decisiones, era directamente con la persona en mención y otro elemento más, que participaba en la secretaría de Comunicación del partido. Poco tiempo duró la ilusión, al darnos cuenta que nuestras contribuciones no llegaban a donde debía y lo poco que sí llegaba, no era tomado en cuenta, por lo que, junto a una colega, decidimos bajarnos del barco, en definitiva.
El tiempo me dio la razón, recordándoles a mis amigos en el gobierno y en Semilla, que el apoyo brindado en 2023, nunca fue un cheque en blanco, y que mantenía y mantengo, el talante ético de criticar cuando fuera pertinente, sin ser, por ello, un golpista y/o miembro del pacto de corruptos, como ha acostumbrado a reaccionar esa especie de netcenter que funciona como un aparato paralelo que defendía y defiende, todo lo que hace el gobierno y atacan a quienes osan criticarlo, así sea de corriente democrática.
Recabé mucha información que demostraba que el compromiso adquirido les quedó muy grande, pero fundamentalmente, que no hubo tal lucha contra la corrupción y, antes bien, se acomodaron (¿connivencia?) o toleraron (¿complicidad?) la presencia, e incluso, la recontratación de corruptos que provenían de gobiernos de Jimmy Morales y Alejandro Giammattei, incluyendo cuestionados proveedores que continuaron haciendo fiesta del erario, hasta hoy.
Para más INRI, cancelaron al partido oficial y surge un nuevo proyecto de nombre Raíces, con el cual, ahora queda claro que existe una implosión que hace prácticamente imposible la convivencia y el rescate del proyecto original, que nunca llegó a aterrizar. Decir esto no es fácil, pues lo lamento por varios amigos que todavía sueñan con un viraje radical de los altos mandos del gobierno y de la fracturada bancada, pero los hechos son los hechos.
La fuga PACTADA de 20 reos del Barrio 18 de muy alta peligrosidad, ha sido la gota que derramó el vaso y que, ahora, hace indefendible cualquier hipótesis que quiera imponer este gobierno. Un amigo del oficialismo, hace pocos días, me hacía la observación del descenso abrupto de la tasa de homicidios por arma de fuego, ocurrido en septiembre de este año; mi respuesta inmediata fue que eso solo podía ocurrir haciendo un pacto con las pandillas, principales ejecutores de la violencia actual. Así mismo, con un grupo de analistas ya habíamos tocado el tópico, pues quienes tenemos alguna experiencia en el tema, sabemos que esos picos hacia arriba o abajo, no se dan por arte de magia, y que los descensos históricos llevan años para lograrse.
Vengo estudiando el tema de maras y pandillas desde inicios de siglo, así como la violencia y seguridad ciudadana en diversos espacios a nivel nacional e internacional. Lo sucedido ahora es muy grave, con aristas complejas y de impredecibles consecuencias. Aún con la “limpieza” ordenada por el ministro Jiménez, castigando a funcionarios responsables, pero de nivel medio, está claro lo siguiente:
- Es imposible que lo sucedido (pacto incluido) no fuera conocido por el presidente y el ministro de Gobernación, así como por los cuadros de la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIE), la Dirección de Inteligencia Civil (DIGICI) la Inteligencia Militar e incluso la Secretaría Administrativa y de Seguridad de la Presidencia (SAAS) así como otros entes.
- Dos meses ocultando la “fuga” es suficiente para destituir y procesar al ministro de Gobernación y todas las estructuras relacionadas. Algo así de grave no sucede sin la colaboración o franco contubernio de decenas de personas.
- A la incapacidad, ampliamente demostrada, se une ahora la desconfianza en las autoridades, pues apenas se sabe parte de lo que implicó ese pacto para disminuir los homicidios.
- La “autonomía” que ahora muestran algunos miembros del gobierno sobre los hechos, se debe más a la implosión partidaria entre Semilla y Raíces, que a un espíritu genuino por develar toda la porquería inmersa.
- La soberbia y el descaro en las declaraciones oficiales, pretende abusar de la inteligencia y tolerancia de la población.
- La ausencia del presidente, quien anda de paseo por Europa (casualmente, coincidiendo con su cumpleaños) es un pésimo mensaje de indiferencia, pues, por si fuera poco, el país se cae a pedazos, literal y políticamente hablando. Argumentar que tiene los equipos adecuados y efectivos para atender cualquier cuestión en su ausencia, es cuando menos: INACEPTABLE. Y finalmente,
- Es tan grave lo sucedido, que trasciende renuncias y destituciones, pero si no se va la cabeza, el ministro de Gobernación, el mensaje estará claro, no quieren solucionar el problema de fondo. La gobernabilidad entonces, quedará a la deriva.
Indudablemente, esta es la peor crisis que ha estallado en el gobierno. A su ya debilitada condición, se da un escenario en el cual ya solo la gente totalmente desinformada o francamente torpe, podría apoyarles. Depende total, solitaria y absolutamente del gobierno de Estados Unidos, quien lo considera el gobernante subalterno más destacado en la planilla. Si se va el ministro y todas las estructuras implicadas, los gringos podrán llevarlo en andas hasta enero 2028, pero, hay que decirlo, en trapos de cucaracha.
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