- Con una ofensiva de tres cuadrangulares, y un pitcheo que solo aceptó cuatro hits, los Cerveceros se impusieron 3-1 a los Cachorros para acceder a la Serie de Campeonato de la Liga Nacional y enfrentar a los favoritos Dodgers.
En la primera entrada, los Brewers tomaron ventaja inmediata cuando William Contreras conectó un jonrón solitario frente a Drew Pomeranz para poner el marcador 1-0 a favor de Milwaukee.
En el segundo inning, los Cubs respondieron con poder: Seiya Suzuki pegó un jonrón solitario ante el relevista Jacob Misiorowski, igualando el juego 1-1.
El duelo de pitcheo continuó con balance en las entradas intermedias, manteniendo el empate hasta entrada tardía.
En el cuarto inning, Milwaukee recuperó la delantera cuando Andrew Vaughn disparó un jonrón solitario para poner el 2-1 a su favor.
Ya en el séptimo inning, los Brewers aseguraron una ventaja más cómoda con un jonrón solitario de Brice Turang, dando el 3-1 definitivo.
En cuanto al pitcheo, Misiorowski trabajó varias entradas clave para Milwaukee: toleró solo tres hits y una carrera durante su tramo, ayudando a contener el ataque de los Cubs. Finalmente, los Brewers ganaron 3-1 y se adjudicaron la serie por 3 juegos a 2, avanzando a la NLCS.
Claves del triunfo de Milwaukee
Inicio explosivo y respuesta controlada
Milwaukee no esperó: Contreras abrió con el fusil caliente. Aunque Chicago respondió rápido con Suzuki, los Brewers mostraron temple para recuperar la ventaja con Vaughn y Turang más adelante.
Misiorowski como figura en el montículo
Aunque fue lanzador emergente (reliever), su actuación fue decisiva: pocas libertades concedidas, control ante bateadores rivales y permitir que el bullpen pudiera administrar la ventaja.
El valor del poder oportuno
Los tres carreras de Milwaukee vinieron por jonrones solitarios — Contreras, Vaughn y Turang — lo cual muestra que, en juegos cerrados, cada batazo cuenta. No dependieron de rallies grandes, sino de pegada puntual.
Control del bullpen y administración del juego
Los Cubs no pudieron quebrar el partido pese a sus esfuerzos. Milwaukee manejó bien sus brazos, evitaron explosiones ofensivas rivales y no permitieron combinaciones peligrosas con corredores en base.

