Alerta, la sobrecarga de partidos está acabando con los jugadores

  • Análisis del informe de FIFPRO y de los múltiples estudios que alertan sobre los efectos negativos de la sobrecarga de partidos en el fútbol profesional. El tema es complejo, pero las evidencias están acumulándose de manera preocupante.

La sobrecarga de partidos ya no es una advertencia vaga, es una realidad documentada. El fútbol debe actuar ahora para equilibrar ambición con cuidado, pues al final, el éxito sin jugadores sanos será un éxito hueco.

En el reporte Player Workload Monitoring (PWM) de FIFPRO, usando datos de jugadores de ligas top europeas, se encontró que jugadores que enfrentan calendarios muy cargados —más partidos, menos días de recuperación, más viajes internacionales— tienen mayor probabilidad de lesionarse.

En fútbol femenino, un estudio que analizó las temporadas 2021/22 y 2022/23 en ligas de Inglaterra, Francia, Alemania y España mostró que de 139 jugadoras élite estudiadas, 58 sufrieron lesiones en ese periodo. Las zonas más afectadas fueron la rodilla (32 %) y el muslo (29 %). Hubo lesiones de ligamentos cruzados (ACL) en 14 % de los casos, y lesiones de isquiotibiales en 23 %.

En hombres, otra investigación demostró que en los 28 días previos a algunas lesiones, los jugadores lesionados habían tenido cargas de partidos significativamente mayores, con menos recuperación, más viajes internacionales, etc., comparado con jugadores no lesionados.

Uno de los estudios más directos: en partidos congestionados —por ejemplo, cuando hay menos de 5 días de descanso entre encuentros— hay un aumento del riesgo de lesiones musculares, sobrecargas, fatiga acumulada, especialmente de isquiotibiales, cuádriceps, etc.

Principales riesgos identificados

Lesiones musculares y ACL

Las zonas más vulnerables son las piernas: muslo, rodilla, isquiotibiales. Las lesiones del ligamento cruzado anterior (ACL) sobresalen como un problema grave, especialmente en mujeres.

Fatiga física y mental

No sólo se trata del desgaste del cuerpo, sino también del impacto psicológico de tener que rendir al máximo casi sin descanso. El viaje, los cambios de horario, poca recuperación del sueño, menor descanso entre temporadas, todo contribuye.

Viajes y recuperación irregular

Viajar mucho, cruzar zonas horarias, jugar sin días suficientes para recuperar y entrenar adecuadamente son factores que claramente incrementan los riesgos.

Ciclos de partidos congestionados

Una sucesión de partidos seguidos con poco tiempo de recuperación aumenta el riesgo, especialmente en los tramos finales de esos partidos, cuando los jugadores están fatigados. Esa fatiga reduce capacidad de reacción, de coordinación, de fuerza, lo que predispone a lesiones por cambios de dirección, choques, etc.

Consecuencias reales

Para el jugador: baja médica, rehabilitación, posible pérdida de forma, impacto psicológico, menor longevidad de la carrera.

Para los clubes: perder líderes, fragmentar plan de juego, mayor costo médico, tener que rotar plantillas con mayor frecuencia, impacto en resultados.

LO DICE MARCA: https://www.instagram.com/p/DPhW5WajWeC/?utm_source=ig_web_copy_link

Para las competiciones: calidad de los partidos puede bajar si los jugadores están agotados; posible reducción del espectáculo; mayor riesgo de errores, lesiones visibles; reputación del fútbol puede verse afectada si se ve que no se cuida lo esencial, que son los jugadores.

Posibles medidas para mitigar el problema

Estas son algunas de las propuestas que se discuten: Limitar el número de partidos jugados por jugador al año. FIFPRO sugiere que más de 55 partidos anuales ya suponen un riesgo claro.

Garantizar descansos mínimos entre partidos (por ejemplo al menos 5 días entre encuentros).

Mejor planificación de calendarios internacionales, clubes y selecciones coordinados para que no se superpongan excesivamente.

Uso efectivo de rotaciones de plantillas, gestión física individualizada, seguimiento de cargas de trabajo (carga de minutos, intensidad, recuperación).

En España se disparó la polémica cuando se dijo que Lamine Yamal se lesionó en un juego de la selección española que ya estaba definido por goleada.

Mantener períodos adecuados de descanso entre temporadas, para recuperación física y mental.

Introducir reglas o regulaciones que limiten la cantidad de viajes extensos o partidos consecutivos, especialmente en escenarios internacionales.

Reflexión sobre el futuro

El fútbol moderno vive en un punto de tensión: por un lado, clubes, selecciones, organizadores quieren más partidos, más torneos, más ingresos; por otro, los cuerpos humanos tienen límites claros. Si no se corrige, lo que se reclama como “gestión de cargas” puede volverse crisis de salud.

El informe de FIFPRO y los estudios científicos advierten que no es una hipótesis lejana: ya hay jugadores que pagan la factura en este momento. El reto es estructural: no basta con que un club o cuerpo técnico lo haga bien, necesito que ligas, federaciones, FIFA/UEFA, medios y patrocinadores acepten que el calendario no puede crecer sin restricciones.

Si no, corremos el riesgo de ver más jóvenes talentos con carreras acortadas, más ausencias en torneos importantes, más jugadores envejecidos prematuramente. El fútbol debe decidir: ¿prioridad al número de partidos o prioridad a la salud del jugador, que es la base del espectáculo?