- Entrevista con la exministra de Educación, María del Carmen Aceña sobre el entorno y situación de la Educación en el país.
La persistente huelga de los maestros del Sindicato de Trabajadores de la Educación en Guatemala (STEG), ha servido para poner en el primer plano la mala calidad educativa que tiene el país y desnuda el fracaso que ha significado entregar parte de la rectoría del ministerio de Educación a Joviel Acevedo. Esta es la visión sobre la crisis actual de una experta en el tema.
En los países más desarrollados, la educación es una prioridad fundamental, mientras que en Guatemala se le ha relegado en los planes de trabajo de los gobiernos de turno, lo que ha facilitado que otros actores, como el sindicato que dirige Joviel Acevedo, asuman funciones que no les correspondan y se mantengacomo un lastre para avanzar social y económicamente.
En los índices de educación a nivel latinoamericano, el nombre de Guatemala aparece siempre entre los peores países de la región, lo que demuestra que son urgentes los cambios profundos, más allá que el aumento salarial que constantemente demanda un cuadro magisterial que está urgido también de capacitación.
Sobre estos y otros problemas que arrastra el sistema educativo, nos habla María del Carmen Aceña, exministra de Educación y la primera que trató de detener el daño que Acevedo y el Sindicato de Trabajadores de la Educación en Guatemala (STEG), le hacen a la niñez y juventud guatemalteca, por ende, al país en general. Esto dijo la exministra a Crónica.
¿Es válido decir que la educación es la piedra angular para que un país pueda alcanzar el desarrollo integral?: La nutrición y una buena educación son claves para la formación de los niños, niñas y jóvenes para adquirir competencias para la vida, el trabajo, vivir en democracia y que desarrollen su potencial.
¿Cómo se encuentra la educación de Guatemala con respecto a la del resto de Latinoamérica?: Respecto a la cobertura, Guatemala ha logrado en las últimas décadas la primaria completa, pero aún 6 de cada diez niños asisten a la preprimaria, y faltan esfuerzos en el nivel básico ya que solo la mitad está cubierta y apenas un 25% de los jóvenes están en diversificado.
A nivel de calidad, la evaluación a graduandos aún muestra desafíos en el aprendizaje en lenguaje y matemáticas. En el año 2024 solo un 35% de los alumnos alcanzaron el nivel de logro deseado en lectura y apenas un 13% en matemáticas
Comparados con otros países de la región seguimos siendo de los países de mayores rezagos como se muestra con las estadísticas:
Evaluación de graduandos –lectura y ciencias– tenemos un bajo desempeño según las Evaluaciones de pisa 2022: lectura 68%, ciencia 73% y matemática 87%. Guatemala lamentablemente se encuentra en los últimos lugares de la región.
¿A qué factores atribuye el que no se haya alcanzado en el tiempo mayor cobertura de la educación, lo que refleja un problema serio para el país de cara al futuro?: Las estadísticas demuestran que en la primaria si se ha realizado esfuerzos. Programas como PRONADE lograron que más de 250 mil niños ingresaran e la primaria. El problema actual es la secundaria. No hay oferta pública y no existe una estrategia para una ampliación con calidad.
Hace algunos años hubo un debate sobre el nivel de los maestros… ¿Cree que el nivel del magisterio en el sector público es lo que necesita la educación de Guatemala?: La formación y sistema de reclutamiento es mediocre y clientelar. Se requiere una buena formación, una carrera por mérito y capacitación y actualización en servicio.
¿Qué tanto influye en la constante inmigración hacia Estados Unidos la falta de una calidad educativa consistente en el país?: Lo triste es que los jóvenes más preparados y con aspiraciones son los que se van. La mala calidad de educación influye a que los jóvenes no consigan trabajo en Guatemala y la poca cobertura de educación secundario los obliga a migrar, vivir de las remesas de sus padres, o se inicien en hechos delictivos y pandillas – que es aún peor.
De acuerdo con su experiencia e investigaciones sobre el tema: ¿cuánto retraso –en tiempo– diría usted que está la educación en Guatemala? (años, décadas…): ¡Muchísimo! Pero ahora con la tecnología debiéramos de hacer una revolución educativa y transformar nuestro sistema. Traer a los mejores del mundo y que nos ayuden a crear el mejor sistema de aprendizaje para que Guatemala tenga más y mejor educación.
Adicionalmente la nutrición de los niños en los primeros 1000 días es crucial para su formación cognitiva, en Guatemala la prevalencia en desnutrición es de 46.5%. Esto permiten que los alumnos aprendan y tengan un mejor futuro.
¿Qué habría que cambiar o introducir en el sistema educativo del país? (metodologías, tecnología, etcétera): Todo. Es obsoleto.
El sindicato de Mineduc (STEG) ha tenido gran injerencia en la educación. ¿Ve algún aporte positivo de este grupo en las últimas tres décadas?: El STEG empezó a tener mucha injerencia negativa en la educación a raíz de un pacto colectivo en el año 2008. Cada vez sus dirigentes tienen más privilegios y se han atribuido funciones que no les competen, como contratación, despido, proyectos, etc. Velan por sus intereses, y aumentos de ingresos a los maestros. Pero los niños, niñas y jóvenes no son su prioridad. Los últimos cuatro gobiernos les ha dado más poder del que les toca y por eso hoy hasta han logrado que el pacto colectivo se negocie “en secreto”. Es momento de ubicar al sindicato en el rol que le corresponde legalmente.
La pandemia causó una brecha en la educación. La huelga actual de los maestros. ¿provocará daño a los alumnos que se ven afectados?: La pandemia fue la oportunidad perdida para hacer una reforma educativa para el siglo 21, los jóvenes en el sector público perdieron mucho tiempo y las brechas son grandes.
Actualmente no hay una huelga, sino un paro de los sindicalistas, hemos visto que la mayoría de los maestros sigue trabajando, pero genera una gran tensión y el Ministerio no se puede concentrar en hacer mejoras y poner en práctica los programas.
¿Sabe de alguna iniciativa para mejorar el estándar de la educación en Guatemala… y ¿cómo se podría mejorar el nivel actual para llevarla al necesario, y en cuánto tiempo podría ocurrir algo así?: El ministerio tiene programas, el reto es que los maestros los aprendan y lleguen al aula. Falta una estrategia y discusión sobre la formación del maestro, la tecnología en las aulas y cómo afrontar temas como la inteligencia artificial… ¡esto sí que cambiará el mundo del aprendizaje!
¿Cómo se comparan la educación privada con la pública en nuestro país?: Hay de todo, sin embargo, los mejores rendimientos se tienen en el sector privado y parte se debe a la participación de los padres y a los incentivos de los maestros. Muchos colegios pueden mejorar, especialmente en la secundaria, donde está el mayor reto. El Ministerio debiera de contribuir al respecto. Por ejemplo, para ampliar la cobertura de la secundaria se podría hacer una alianza con el INTECAP, eso sí tendría un gran impacto positivo.
¿Cuál ha sido el efecto de tener a Joviel Acevedo al frente del STEG durante tanto tiempo?: Eso depende del ministro y gobierno de turno. Debiera de haber cambios en la dirigencia y los ministros de turno no le deben dar más poder, es tan solo un sindicalista. En el caso del gobierno del presidente Berger, se descubrió que, a pesar de tener una plaza, no trabajaba y subcontrataba a otro maestro, lo que es totalmente ilegal. Se le inició un proceso de despido como a otros 400 maestros, no se les podía despedir porque el Ministerio estaba emplazado, razón por la que se hizo por la vía judicial. En el año 2008 fue despedido por orden judicial, sin embargo, el gobierno de la UNE lo volvió a contratar. Firmaron el pacto colectivo, se volvió sindicalista liberado, de tiempo completo e inamovible.
¿Algún comentario final?: Ante la situación que estamos viviendo, considero que la sociedad guatemalteca debe poner un alto. Pronunciamientos a favor de un cambio y apoyo de los medios de comunicación es clave. Igualmente, que el sistema de justicia funcione. Se espera que la sentencia de la CC ante la petición de quitar siete artículos del pacto colectivo sea a favor de la rectoría del Ministerio de Educación.
Debemos actuar rápidamente. Buscar las mejores prácticas en el mundo e iniciar un diálogo serio respecto al futuro de la educación e iniciar cambios. Normar los pactos colectivos de condiciones de trabajo en el sector público y que el sindicato cumpla su rol y no cogobierne con el Ministro de turno es clave. ¡El futuro está en juego!
(Las gráficas fueron proporcionadas por la experta del CIEN)