Este año será más cuesta arriba para el gobierno, pues además del desgaste y mala imagen acumulada, su debilidad fomentará más ataques, no solo de los golpistas de siempre, sino de los precandidatos presidenciales que adelantarán la campaña; sabiendo que la forma más barata para no incurrir en el delito de campaña anticipada y crecer en el imaginario social, es atacando al mandatario.
José Alfredo Calderón E. (Historiador y analista político)
Antes del informe oficial del presidente de la República al Congreso, escudriñé los mensajes presidenciales del domingo 22 de diciembre de 2024 y el lunes 13 de enero. La razón de ello, es que el gobierno hizo dos entregas anteriores al 14 de enero, que pretendían informar sobre el incremento al salario mínimo en el primero, y en el caso del segundo, informar sobre los cambios en el gabinete que, al final, solo fue uno (MICIVI). Sin embargo, ambos discursos mezclaron dicha información, con el anuncio de supuestos logros en el primer año de gestión; por eso, uso el término de comunicación híbrida para estas comunicaciones.
Queda pendiente analizar el informe oficial al Congreso, pero los dos ejemplos anteriores sirven de mucho, pues mantienen una constante que han usado muchos gobiernos anteriores: anunciar con bombos y platillos una supuesta gestión exitosa, pero sin aportar datos y cifras concretas para evidenciar los alcances promocionados. Al respecto, se hace énfasis en “logros nunca antes vistos” para marcar un antes y un después que simplemente no es visible.
El lunes 13 de enero realicé un programa en vivo en el que abundé en detalles sobre esta “primera cosecha” https://www.facebook.com/share/v/1B3BuzR1t7/ por lo que ahora me referiré a un análisis global de los primeros 365 días del llamado gobierno de la “Nueva Primavera”.
El domingo 22 de diciembre, el presidente inicia con una autodefinición de su gestión: “Un cambio de página, un cambio contundente en la forma de hacer las cosas, de poner esta presidencia al servicio de todo nuestro pueblo…” y con aire triunfante continúa: “Estamos mejorando la calidad de vida de millones de personas…” Sin embargo, el cambio contundente del que habla el mandatario, contrasta con las encuestas y la opinión pública, pues las demandas giran en torno a la ineficiencia y falta de acción del actual gobierno.
El corte populista está marcado en el discurso, así como poner ejemplos aislados en lugar de cifras concretas.Los programas sociales tan mencionados, son la variante de la bolsa solidaria, la bolsa segura y tantos más; es decir, más de lo mismo. Otra constante es presentar los avances como resultados.
Hay una recurrencia a expresiones como: “Este año hemos contratado a más de 4 mil nuevos maestros y en el 2025 vienen muchos más. Nuestra meta es que ninguno de nuestros jóvenes se quede sin oportunidad de estudiar por falta de personal en las escuelas”. (subrayado del suscrito). En mensaje de difusión nacional, es indispensable mostrar más seriedad y hablar de números concretos y no aproximaciones o aspiraciones. Otra recurrencia es utilizar juicios de valor basados en el autoencomio: “Desarrollamos hitos históricos en seguridad, desarticulando estructuras criminales, incautando toneladas de drogas, fortaleciendo nuestras fuerzas policiales con más de 5 mil nuevos elementos e iniciando el proceso de recuperación del control en las cárceles, con cero tolerancias a los privilegios que desde allí manejaban redes criminales”. Cualquier persona medianamente informada sabe que el 80% de extorsiones siguen proviniendo de las cárceles, las cuales, están en control casi total de pandillas y el crimen organizado. De hecho, hay un dato revelador, en el último asesinato en Mariscal Zavala, se ordenó una requisa, después del crimen…
Respecto de la conferencia de prensa del día lunes 13 de enero, el presidente repite varios temas manifestados en diciembre y, nuevamente, no se aporta datos concretos. En el gabinete, solo se cambió al ministro de comunicaciones (llega un chafa) y luego se maniobró con la destitución de los cinco gobernadores (que no son gabinete) para dar la impresión de cambio y refresco en el gobierno, sin lograrlo. Al respecto, saludo el nombramiento de Mauricio Benard para el departamento de Guatemala y de Brenda Raymundo en Jalapa, a quienes conozco bien.
En el momento de presentar a la nueva directora de la Comisión Presidencial para la Paz y los Derechos Humanos (COPADEH), el presidente no mencionó ni una sola vez a los Acuerdos de Paz, ni a su ley constitutiva, la Ley Marco, decreto legislativo 52-2005. No está demás indicar que dichos acuerdos son un compromiso que el Estado guatemalteco debe cumplir, sí o sí. Debo decir que la idoneidad de la licenciada Yolanda Auxiliadora Pérez no se cuestiona, la conozco y, además, tengo muchas referencias positivas de distintos profesionales y sectores.
En cuanto al tan cacareado concepto de remozamiento en las escuelas, al fin pude entender, por explicación del mandatario, que no significa remodelación y, por tanto, no incluye temas como el agua potable y la energía, por decir dos elementos vitales. Queda pendiente revisar la página del MINEDUC, en la que, según Arévalo, hay detalle por escuela, municipio y departamento, con información de qué exactamente se hizo en cada una de ellas, pues la mayor parte de realimentación disponible, habla de un remozamiento que solo implicó pintar las fachadas.
Por razones de espacio, cierro con estos cuatro preocupantes datos:
- El presidente mencionó el “libro azul” de la Cámara de la Construcción, el cual contiene los precios de referencia en el área de construcción; revelando que el gobierno no tiene un referente similar, por lo que no se sabe cuánto cuestan los materiales de construcción, según región.
- El 13 de enero los periodistas sí pudieron preguntar, siendo Leslie Sánchez quien puso en aprietos a Arévalo, al mencionar el tan socorrido combate a la corrupción. La comisión gubernamental respectiva es tan inoperante como las anteriores; así mismo, la respuesta presidencial descargó la responsabilidad en el MP, que no avanza con sus denuncias (lo cual es cierto), pero obviando la permisividad (si no connivencia) para la permanencia de estructuras mafiosas en prácticamente todos los ministerios. Los medios de comunicación, casi a diario, dan fiel testimonio de esta situación con múltiples noticias sobre actores gubernamentales implicados.
- A la pregunta formal de la prensa, sobre si se cuenta con un plan para afrontar lo que se viene con la llegada de Trump y el incremento de deportaciones, simplemente se evidenció que tal plan no existe y que: “llegado el momento, tendrán las conversaciones que deban tener” (sic).
- El presidente finalizó diciendo que el primer año les sirvió para “entender cómo funcionan las redes criminales…”
Me esfuerzo cada vez en elaborar análisis imparcial y apegado a datos duros y concretos, de fuentes informadas muy cercanas al gobierno, además de otros recursos, como la propia fuente presidencial, para expresar con total honestidad mi punto de vista. Me hubiera gustado mucho tener otra perspectiva y trasladarla a mis amables lectores, pero en realidad, esto es lo que yo veo y compruebo. Me entristece entregar estas líneas, pero… es lo que hay.
Para más INRI, esta semana el gobierno recibe al ex agente de la CIA y apodado “matacuras” en El Salvador, Edmundo González… ¡¡patético!!
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