PROVOCATIO – Justicia: una encrucijada con 3 finales posibles

El tiempo apremia, con las graves implicaciones que esto conlleva. Las negociaciones entre operadores de los partidos políticos y grupos paralelos será a muerte y se vislumbran solo 3 finales: 1. Renovación de la mayoría de magistrados por cuadros no tan viciados, ideal pero improbable. 2. Una mezcla de menos señalados junto con truhanes, con mayoría de estos últimos. 3. El sistema de justicia renueva nombres, pero mantiene la perversidad intrínseca. Si se cuela alguna excepción, será minoría que no cuenta para las votaciones que deciden.
José Alfredo Calderón E.
(Historiador y analista político)

 Como mencioné en mi columna del 26 de septiembre último, la coyuntura nacional sigue dominada por el tema de la elección de Cortes. Otro proceso paralelo inicia, como lo es la elección para el directorio 2024-2028 de la SAT, pero antes se debe culminar el primero, el cual, sigue librando obstáculos, aunque ahora, son más de orden político (negociaciones) que jurídico. La Corte Celestial ya se pronunció y el Congreso debe proceder de conformidad: Elegir nuevos magistrados o los mismos, para que tomen posesión el domingo 13 de octubre.

La presión social se ha ido incrementando y la transparencia del proceso sigue siendo muy cuestionada, destacando el hecho que 21 de 24 representantes de las postuladoras, fueron juez y parte, resultando una censurable autoevaluación, lo cual es a todas luces antiético, aunque sea legal. En el mismo sentido, empieza a darse a luz, una serie de anomalías en la dinámica de las votaciones, como el uso de celular (que estaba prohibido), “papelitos” con instrucciones para emitir el voto, reuniones paralelas y otros comportamientos poco transparentes. Incluso la planilla 8, que se había presentado como la única ética, resultó votando por personajes con antecedentes funestos.

En la observación y cuestionamiento ciudadano, sigue destacando la presencia de los pueblos indígenas, pues al resto de la población, pareciera no afectarle este proceso, a juzgar por la escasa asistencia en las concentraciones. La justicia sigue sin despertar un sentir ciudadano prioritario, quizá por lo complejo de sus implicaciones, el poco conocimiento de las mismas y la percepción de una afección que no es directa en la vida cotidiana de los guatemaltecos. La presencia en ONU de las viudas de Sepur Zarco, es otra evidencia más de la visibilidad nacional e internacional que vienen mostrando los pueblos originarios.

El Congreso ha puesto en pausa la elección de nueva junta directiva, el presupuesto 2025, diversas iniciativas de ley y otros temas importantes, pues la atención prioritaria y perentoria está en los nuevos magistrados de la CSJ y las Salas de Apelaciones. El titular de Prensa Libre del sábado 28 nos advierte que: “Cinco bancadas avanzan en definición de las listas. Diputados afirman que ocho puestos estarían asegurados para a nueva CSJ mientras que ocurren aceleradas negociaciones por otros”.

Al margen de la elección de magistrados, siempre en el sector justicia, el único suceso que tuvo resonancia en la semana se refiere al amparo de la Sala Primera del Tribunal de los Contencioso Administrativo, el cual ordena al Consejo Superior Universitario, convocar urgentemente a elecciones de este órgano en un plazo de 5 días. Como era de esperarse, ya la asesoría legal de la USAC interpuso un recurso para que no se ejecute dicha orden o por lo menos, para atrasarla.  No está demás indicar que 37 de los 41 miembros del CSU ya están fuera del lapso legal y legítimo para el que fueron electos. La relevancia de la vida universitaria pública es tal, que el editorial de PL del 26 de septiembre se concentra en este problema. Para decirlo en corto, es una copia fiel, en pequeño, de la realidad política a nivel nacional, sobre todo por las opacidades, marrullerías y oportunismos que se observan.

Por razones que no son el objeto de esta entrega, dudo que la buena noticia para renovar autoridades universitarias concluya con éxito.  De hecho, este anuncio se da cuando docentes, estudiantes, trabajadores y autoridades progresistas, siguen sin presentar una amenaza real y unida frente al usurpador y sus adláteres, tanto internos como externos.

El tiempo apremia, con las graves implicaciones que esto conlleva. Las negociaciones entre operadores de los partidos políticos y grupos paralelos será a muerte y se vislumbran solo 3 finales:

  1. Renovación de la mayoría de magistrados por cuadros no tan viciados[i], ideal pero improbable.
  2. Una mezcla de menos señalados junto con truhanes, con mayoría de estos últimos.
  3. El sistema de justicia renueva nombres pero mantiene la perversidad intrínseca.  Si se cuela alguna excepción, será minoría que no cuenta para las votaciones que deciden.

A los operadores ya conocidos como Estuardo Gálvez, Roberto López Villatoro, Néster Vásquez, Gustavo Alejos, los abogados de Mixco y otros, se agrega Gustavo Herrera, quien fuentes periodísticas ubican con ingreso reciente a Guatemala desde Nicaragua, y noprecisamente, por razones turísticas. 

Desde 2014, la Corte Suprema de Justicia solo alcanzó un máximo de 4 magistrados decentes, mujeres fundamentalmente.  Actualmente, el único que tomó distancia a última hora, aun siendo del pacto, es Oscar Cruz, su presidente. Por su parte, en el Organismo Legislativo, frentes parlamentarios mixtos van y vienen, con el único objetivo de fortalecer músculo, específicamente, para lograr cuotas que permitan un número deseado y posible de puestos en la nueva CSJ, así como las Salas de Apelaciones. De hecho, estos pactos temporales, espurios y porosos (que no alianzas) podrían servirles para otros temas en los que, la repartición de cuotas es vital para satisfacer a los verdaderos dueños del negocio, o sea, las élites, quienes desde hace mucho ya no son homogéneas, y mucho menos, graníticas.  El capital oligárquico, el capital corporativo y el emergente, han perdido fuerza ante los grandes operadores del Narco.

José Alfredo Calderón E.

Historiador y analista político


[i] Hablar de buenos en este proceso no vale.  Los que han llegado hasta la lista final de candidatos no son impolutos; si mucho, la división es entre no tan cuestionados y los que, de plano, pertenecen al pacto de corruptos.

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