- Con las fórmulas Harris-Walz y Trump-Vance confirmadas, las elecciones de noviembre en Estados Uidos se perfilan como una batalla de contrastes. Analistas señalan las diferencias marcadas entre ambos equipos y los temas que dominarán la campaña
Voz de América
Salomé Ramírez Vargas
WASHINGTON — Los demócratas y republicanos ya tienen a sus duplas oficiales para las elecciones presidenciales de noviembre: Kamala Harris con Tim Walz, y Donald Trump con JD Vance. Las marcadas diferencias entre ambas fórmulas, según expertos, serán la base principal de la decisión de los votantes en la recta final de la campaña electoral.
«Será una batalla campal entre ambos bandos. Hay mucho en juego. Las diferencias son claras. Ambos bandos se van a enfrentar con todas sus fuerzas y de muchas maneras diferentes», dijo a la Voz de América John Geer, profesor de Ciencias Políticas en la Universidad Vanderbilt de Tennessee.
A poco menos de 90 días para las elecciones presidenciales, una nueva encuesta de NPR y PBS revela que la actual vicepresidenta Harris tiene una corta ventaja sobre el expresidente Trump, con un 51 % contra 48 %.
Así entonces, esta será «una campaña reñida en todos los aspectos, y es muy probable que siga siendo así en las próximas semanas», agregó Geer. El experto en política estadounidense indicó que los votantes moderados e indecisos serán un público clave para ambas fórmulas en el tiempo restante, pues deberán convencerlos de que sus acercamientos a la inflación, calidad de trabajos y otros temas de interés, son los mejores para el futuro del país.
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«La parte central del país, no geográficamente, pero la gente que es moderada y todavía está indecisa, quiere tener la sensación de que uno de estos grupos de candidatos realmente va a intentar resolver los problemas que todos y cada uno enfrentan en este país», dijo Geer.
Para esto, Trump y Vance se inclinarán en el historial como presidente del republicano, mientras Harris y Walz buscarán defender lo logrado por la administración de Joe Biden en los últimos cuatro años.
Profundas diferencias entre ambas fórmulas
Expertos acuerdan que una de las principales diferencias en ambas campañas es la experiencia de los candidatos a vicepresidente. El demócrata Walz tiene un largo recorrido como miembro de la Cámara de Representantes y actualmente, como gobernador de Minnesota durante dos mandatos. Mientras el republicano Vance, fue elegido en 2022 para senador de Ohio, siendo su primer puesto político.
Vance proviene de un estado que ha respaldado a Trump dos veces por ocho puntos porcentuales. Ha apelado principalmente a cuestiones culturales y políticas favorecidas por los partidarios del movimiento «MAGA» de Trump, como el recorte del apoyo militar a Ucrania y políticas fronterizas mucho más estrictas.
«Nosotros creemos que el gobernador Waltz es justamente uno más de esos extremistas que apoyan la política de frontera abierta. Que apoyan la desfinanciación de la policía, el aumento de la delincuencia (…) es una muy mala noticia para los Estados Unidos sin que no haya dentro del abanico de la señora Harris una oportunidad mejor de escoger a alguien que esté más interesado en resolver los problemas del país que en agravarlos», dijo a la VOA Jaime Florez, portavoz en español de la campaña de Trump.
Florez detalló que sin importar quien terminara siendo la fórmula vicepresidencial de Harris, los republicanos están «listos y preparados» y que tienen «argumentos» y «estructura» para enfrentar a cualquiera de los candidatos.
Su campaña, agregó, se enfocará en hacer «mucha presencia» en los estados cruciales como Colorado, Michigan, Nevada, Arizona y Pensilvania.
«Estaremos atrayendo los diferentes segmentos de la población estadounidense, los afroamericanos, los hispanos, blancos, los que tienen título universitario, los que no, todo el mundo, porque en esta elección, más que tal vez en ninguna otra, los problemas son comunes a todos», dijo Florez.
Los demócratas, por otro lado, celebran la «energía» que Harris y Walz están «inyectando» al partido tras la salida del presidente Biden de la contienda por la reelección. Walz, es conocido por sus discursos directos, su defensa a los derechos reproductivos y su capacidad de «apelar» a votantes más rurales.
«Walz entusiasma a la base del Partido Demócrata. Es alguien que ha cumplido con una variedad de políticas progresistas en Minnesota… se ve como alguien ideológicamente alineado con el ala progresista del partido», explicó Joshua Lafazan, un joven político demócrata de Nueva York.
Lafazan considera que las diferencias entre ambas campañas es «sorprendente», especialmente por el protagonismo que ha tomado la conversación sobre los vicepresidentes. Walz es conocido como la persona que acuñó el término de que Have y sus acólitos eran «raros», un mensaje que continuará en la campaña, según dijo.
«Si nos fijamos en la carrera que se avecina, creo que veremos una intensidad poco natural en los candidatos a vicepresidente. Y creo que la gente está realmente ansiosa por ver el debate entre los dos… La forma de ganarse a los votantes indecisos no es mediante la retórica, sino mediante la acción y la política», agregó.
Lafazan concluyó que es importante recordar que en EEUU no es el voto popular el que gana las elecciones, sino el colegio electoral. Un candidato necesita 270 votos electorales para asegurar la presidencia del país.
«Dada la inflación, los problemas con el mercado de valores, la cifra de empleos realmente menos que estelar que acaba de salir… hace que un mensaje económico que sea favorable a los trabajadores y que mejore los resultados de las familias y facilite a las familias el cuidado de sus hijos y la prosperidad en sus comunidades, creo que va a ganar (las elecciones)», agregó.
Harris y Walz pasarán su primer día completo como compañeros de fórmula el miércoles movilizando a los demócratas en todo el Medio Oeste, una región políticamente dividida que es crucial para su esfuerzo por ganar la Casa Blanca.
Mientras tanto, Vance tiene previsto seguir un itinerario superpuesto con Harris y Walz durante los próximos dos días, incluidas paradas en los estados en disputa de Pensilvania, Michigan y Wisconsin. Su función es atacar las políticas de la administración Biden y desmantelar el historial de Harris en materia de economía, seguridad pública e inmigración.