PROVOCATIO: ¿Educación al servicio de quién?

Cuadro de texto: Si se evalúa la educación como aparato ideológico del Estado el éxito es rotundo, pues el sistema garantiza mano de obra barata y una población ignorante de sus derechos, lo cual permite que cada cuatro años, se vote por lo peor y se llegue al descaro de promover al que menos lo evidencie, pues lo bueno brilla por su ausencia.

José Alfredo Calderón E.

Historiador y analista político

Cada vez que hay votaciones (que no es lo mismo que elecciones) hay dos temas que sí o sí, deben incluir los supuestos planes de gobierno y discursos electoreros: Educación y Desnutrición.  Pero su mención, en todos los casos, es solo porque sería políticamente incorrecto no mencionarlos y no porque genuinamente exista una verdadera intención de mejorarlos. En realidad, a ningún político ni a sus patrones les conviene solucionar ambos tópicos.

Hay una íntima relación entre estos factores: infancia desnutrida, educación deficiente, modelo económico depredador, desigualdad y privilegios de clase.  En el primer nivel, el poder económico jamás estará interesado en una población educada que genere ciudadanos con pensamiento crítico, pues esto impacta negativamente en la producción masiva de obra barata y pasiva ante sus derechos. Los privilegios de unos pocos se basan en un modelo económico depredador que crea un sistema de desigualdad, perpetuando su condición de “afortunados”. 

Así mismo, la desnutrición crónica es reducida, por los sucesivos gobiernos conservadores, a un problema de hambre, el cual entretiene con bolsas ocasionales de alimentos. Por su parte, la caridad de los empresaurios (ni en sueños podrían ser solidarios)se concentra en programas que sólo palían el flagelo pero que jamás lo resolverán, pues la fábrica causal de la desigualdad detendría su producción. Al final, la caridad es un desahogo “cristiano” para expiar culpas y se expresa siempre de manera vertical descendente y no de forma horizontal y humana, como lo es la solidaridad.

Aunado a lo anterior, los operadores políticos de las élites saben que, tanto la educación como la desnutrición, son problemas cuyo abordaje es estructural, de largo plazo y, lo más importante, apuntar a una decidida transformación, no solo no produce votos, sino que atenta contra los intereses de quienes ponen la plata para las campañas electoreras.  Resulta más barato y efectivo concentrarse en la payasada, el discurso vulgar, el cortísimo plazo y el patrimonialismo clientelar.

Partiendo de esta premisa metodológica, uno debería entender en forma integral el caso de Joviel Acevedo; y lo comento, porque recientemente esta sabandija hizo su aparición pública de nuevo y se dio el lujo de ordenar que la prensa no entrara al Congreso, pues el señorón estaba con sus compinches en una reunión “secreta” con otros impresentables como él. Este funesto personaje merece todos los anatemas que provoca, teniéndolos bien merecidos; sin embargo, invito a reflexionar sobre las aristas que rodean este caso paradigmático:

  • Acevedo es como un famoso actor de reparto, no es protagonista pero su aparición en momentos claves, lo hace no solo relevante sino decisivo para los intereses de los titiriteros del sistema.
  • Aunque aparenta ser la piedra en el zapato del sistema educativo, en realidad es su principal alfil, claro está, desde la perversión. No en balde es el recurso que más han utilizado los gobiernos conservadores del siglo XXI, sea para asustar con el petate del muerto o provocar supuestas crisis coyunturales que se terminan “solucionando” con más dinero para los maestros. De hecho, el liderazgo del encartado es promovido por sus supuestos enemigos, pues de su popularidad depende la fuerza cuando se necesita a estas hordas en las calles, para cualquier cosa, menos defender los verdaderos intereses de la niñez y la educación.
  • Además, Acevedo resuelve otros dilemas en el imaginario que favorecen al poder económico-militar, pues es referente del mal maestro (hace años que no da clases) y del dirigente sindical corrupto. Esto hace que la mala opinión sobre el magisterio y los sindicatos se generalice, con el efecto práctico que la población condene la organización y la lucha popular.
  • Finalmente, aunque de forma más sutil, se pretende hacer una conexión ideológica entre las luchas magisteriales y las izquierdas militantes, cuando Joviel tiene de socialista, lo que un finquero tiene de culto.

Afirmar que la educación es un fracaso en Guatemala, es fácil de advertir si vemos los indicadores de pésima infraestructura, precaria organización escolar, ausentismo y deserción, libros desactualizados y ausentes de herramientas para el pensamiento crítico, carencia de agua potable, energía eléctrica, tecnología y servicios en general en casi todas las escuelas, no digamos la patética falta de preparación de la mayoría de maestros y los vergonzosos resultados en matemáticas y lecto-escritura de los niños y adolescentes en todos los niveles.

Ahora bien, si se evalúa la educación como aparato ideológico del Estado el éxito es rotundo, pues el sistema garantiza mano de obra barata y una población ignorante de sus derechos, lo cual permite que cada cuatro años, se vote por lo peor y se llegue al descaro de promover al que menos lo evidencie, pues lo bueno brilla por su ausencia.

Un elemento poco perceptible es la intromisión del sector privado en el MINEDUC, la injerencia de la Asociación de Colegios Privados y “Empresarios por la Educación”, así como el peso en la designación del ministro/a de Educación y muchos cuadros técnicos de esa cartera.

Finalizo recordándoles dos referencias fundamentales para entender nuestra tragedia: a) la última encuesta magisterial arrojó el espeluznante dato que la mayoría de maestros no habían leído un libro en su vida; b) el promedio de coeficiente intelectual de Guatemala es dramático, situándose en el puesto 196 de un total de 199 países (citado por https://worldpopulationreview.com/). En el puesto 199 está Nepal; en los escaños anteriores se encuentra Liberia (198), Sierra Leona (197) y Guatemala en el 196, con un porcentaje de IQ de 47.72

Para dimensionar con claridad el atraso descomunal, debe indicarse que, inclusive Nicaragua se encuentra en el puesto 193 con un porcentaje de 52.69; también se puede observar a Belice (184) y Honduras (185) en mejores posiciones que el nuestro. En el caso de Panamá y El Salvador se encuentran en los puestos 124 y 162, respectivamente. El mejor posicionado a nivel centroamericano es Costa Rica, en el puesto 67.

Para que saquen sus propias conclusiones les dejo esta tabla que establece los diferentes niveles en el coeficiente intelectual, no sin antes insistir que la desnutrición infantil (48.9%), es el complemento perverso de la pésima educación pues quien la sufre de 0 a 3 años, no puede revertirla posteriormente, afectando gravemente no solo su talla y peso, sino la capacidad neuronal para poder razonar con normalidad.

Rango de IQ («desviación IQ»)Clasificación de IQ
130 y superiorMuy Superior
120–129Superior
110–119Arriba del Promedio
90–109Promedio
80–89Abajo del Promedio
70–79Inferior
69 e inferiorDeficiente

Espero se entienda ahora la perversión de mencionar del diente al labio los problemas de educación y desnutrición, cuando en realidad, son las principales palancas de este modelo económico depredador.