Lima, Perú | AFP |
Perú ofrece recompensa para detener, capturar y encarcelar preventivamente al expresidente Alejandro Toledo, alguna vez paladín de la democracia y hoy acusado de recibir un soborno de 20 millones de dólares de Odebrecht a cambio de una obra, un caso que remece al país.
A sus 70 años, Toledo está a punto de convertirse en el segundo expresidente peruano en las últimas tres décadas en ir a prisión por un caso de corrupción, siguiéndole los pasos al autócrata Alberto Fujimori, de quien fue férreo opositor a fines del año 2000.
«Hay una recompensa de 100.000 soles (unos 30.000 dólares) que se pagará en cualquier país del mundo», dijo a la prensa el ministro del Interior, Carlos Basombrío, quien instó a Interpol a actuar con la mayor celeridad posible.
Sobre Toledo -quien gobernó Perú entre 2001 y 2006- pende una orden judicial de captura internacional dictada el jueves, acusado de recibir 20 millones de dólares a cambio de favorecer a la constructora Odebrecht con la construcción de la carretera interoceánica, que une Perú con Brasil.
– Los más buscados –
El exgobernante se encontraba en Francia hace unos días, presentando un libro, pero ahora su paradero es desconocido. «Invocamos a Interpol Francia a actuar con la mayor celeridad posible ante alto riesgo de fuga en caso Toledo», escribió el Ministerio del Interior en Twitter.
Toledo pasó así a integrar la lista de los más buscados de Perú, compartiendo espacio con violadores, asaltantes, asesinos y estafadores, en un programa de recompensas lanzado hace unos meses por el gobierno. De ser capturado, el exmandatario deberá cumplir una orden de prisión preventiva por 18 meses, mientras duren las investigaciones.
«Interpol tiene que notificar a 190 países que Perú ha lanzado una alerta roja», dijo a la prensa la ministra de Justicia, Marisol Pérez Tello, quien descartó persecución política contra el acusado, una teoría que ha intentado instalar la defensa, que ha recomendado a Toledo no volver a Perú.
En una entrevista televisiva el exgobernante negó los cargos y dijo ser víctima de persecución por combatir a Fujimori. Pero, para el juez Richard Concepción, quien ordenó la captura y prisión preventiva por 18 meses, «Toledo vendió la carretera interoceánica por pagos de Odebrecht».
Concepción detalló que para ordenar la detención de Toledo «no se exige certeza, sino la existencia de un alto grado de probabilidad sobre los hechos que se imputan». Este proceso judicial responde sólo a una investigación preparatoria, que servirá para luego analizar los delitos de fondo en un juicio.
-El pago de coimas-
El fiscal anticorrupción Hamilton Castro, gestor de la captura de Toledo, sustenta el caso en las confesiones del exrepresentante de Odebrecht en Perú, Jorge Barata, quien se acogió a un acuerdo con la justicia y delató al exgobernante y a su cómplice y amigo, Josef Maiman, en cuyas cuentas off shore se depositó el dinero.
De acuerdo con el fiscal, el pedido inicial de Toledo era de 35 millones de dólares, pero la empresa finalmente le pagó 20 millones de dólares porque, si bien ganó la licitación, el gobierno no cumplió con modificar las bases del concurso para perjudicar a sus competidores.
Según explicó Castro, el soborno se pagó en 18 partes, desde junio de 2006 hasta junio de 2010, incluso cuando Toledo ya había dejado el cargo.
El dinero fue depositado a una empresa offshore, Ecoteva, conformada por Maiman y la suegra de Toledo, Eva Fernenbug, en Costa Rica. Desde allí se hicieron transferencias para el pago de hipotecas y propiedades en Perú, según la Fiscalía.
Ecoteva ya era investigada por la justicia hace varios años, pero no se había logrado determinar de dónde obtuvo el dinero. Con la confesión de Odebrecht, el círculo se cierra.
– Explosión Odebrecht –
Toledo admitió que su amigo Maiman le prestó el dinero para los inmuebles, sin saber su origen, aunque en una primera versión aseguró que los fondos vinieron de un préstamo de su suegra, judío-belga, por una indemnización tras el holocausto nazi, afirmación que fue desmentida.
Odebrecht, que ha reconocido pago de coimas en Brasil y Latinoamérica a cambio de obras públicas en un caso conocido como «Lava Jato», reconoce que pagó 29 millones de dólares en Perú ilegalmente entre 2005-2014, durante los gobiernos de Toledo, Alan García (2006-2011) y Ollanta Humala (2011-2016).
Hasta ahora hay tres exfuncionarios del gobierno de García en prisión por supuestamente aceptar un soborno de 7 millones de dólares a cambio de favorecer a Odebrecht con la obra de la Línea 1 del Metro de Lima.
Por su parte Humala y su esposa Nadine Heredia, quienes cuentan con restricciones para salir del país, ya son investigados por lavado de activos por supuestamente financiar su campaña electoral con dinero procedente de Venezuela y de Brasil. Según documentos de la Policía Federal de Brasil, Odebrecht entregó 3 millones de dólares para la campaña de Humala.
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