- El Pontífice hace el viaje pese a tener problemas de movilidad por su rodilla
El Papa viajará el domingo 24 de julio a Canadá para pedir disculpas a los pueblos indígenas de ese país por la complicidad de la Iglesia católica en la violencia ejercida en los internados abiertos en ese país y en Estados Unidos entre 1883 y 1996, donde se llevaban a cabo políticas de asimilación forzada de la cultura europea.
Pese a la cancelación de varias de sus actividades por los problemas de movilidad que le acarrea el dolor en su rodilla, el Pontífice ha decidido mantener esta cita.
Según el programa del Vaticano, está previsto que Francisco -que cumplirá 86 años en diciembre- visite las ciudades de Edmonton y Quebec y se traslade hasta Iqualuit, situado en el océano ártico. Durante el viaje de seis días, tiene previsto encontrarse con comunidades indígenas de First Nations, Métis e Inuit a las que ya recibió en el Vaticano a principios de abril y pidió perdón por la «deplorable conducta» que tuvieron los miembros de la Iglesia católica en el sistema de asimilación.
Se calcula que alrededor de 150.000 niños indígenas de entre 3 y 16 años fueron internados a la fuerza, y en muchas ocasiones en contra de la voluntad de sus padres, en las residencias escolares que estaban regidas por órdenes religiosas católicas, anglicanas y protestantes. Un 46% de estos internados estaban encomendados a instituciones católicas. Allí los menores sufrieron sistemáticos abusos físicos, sexuales y psicológicos. El hallazgo de centenares de tumbas sin marcar en varios de estos centros provocó consternación mundial y constató estos abusos.
El Papa tuvo que anular el viaje a Congo y Sudán del Sur, donde tenía previsto desplazarse en la primera semana de julio, por sus problemas en la rodilla derecha. Si bien en las últimas semanas se le ha visto caminar por su propio pie y sin necesidad de usar la silla de ruedas, sus problemas de movilidad son evidentes.
El hecho de que sus condiciones físicas no hayan mejorado desde entonces hacía pensar que el viaje a Canadá podía suspenderse pero, finalmente, se ha tomado la decisión de que la visita siga adelante. Eso sí, se han tomado varías medidas para evitarle desplazamientos inútiles. Así lo anunció él mismo en el ángelus de este domingo 17 de julio, su única cita pública durante el mes estival.
«Si Dios quiere, el próximo domingo partiré hacia Canadá –señaló el Papa–. Viajaré para encontrarme y abrazar en nombre de Jesús a las poblaciones indígenas, pues por desgracia muchos cristianos y miembros de institutos religiosos contribuyeron a las políticas de asimilación cultural que en el pasado dañaron gravemente a las comunidades nativas».
Los obispos canadienses avisaron de que los actos públicos del Papa en el viaje previsto del 24 al 30 de julio a su país se limitarán a una hora por «su avanzada edad» y las «limitaciones» físicas que le imponen el dolor que arrastra en la rodilla derecha debido a un problema de desgaste en el cartílago.
El programa del viaje prevé un desplazamiento de Roma a Edmonton -la segunda urbe canadiense con mayor población indígena-, donde además de con estas comunidades, mantendrá un encuentro con la comunidad parroquial.
Al día siguiente, en la misma ciudad, celebrará la Santa Misa en el Estadio de la ciudad. El miércoles 27 de julio, el Papa tiene previsto desplazarse a Quebeq, donde se reunirá con las autoridades civiles y representantes de los pueblos indígenas. El jueves 28 de julio, celebrará en la misma ciudad la Santa Misa en el Santuario de Sainte Anne de Beauprè.
La visita terminará el viernes 29 de julio con encuentros en Quebeq e Iqaluit, principal centro urbano de los inuit, donde visitará una de las escuelas en las que se maltrató a la población indígena. Este será sin duda uno de los momentos clave del viaje. Desde allí, una vez que haya reiterado el perdón por todos los errores pasados de la Iglesia, el Papa volará hasta Roma, donde tiene previsto aterrizar el sábado 30 de julio.
Varias autoridades indígenas han indicado que el viaje papal es un paso en la buena dirección, aunque muchos han criticado que el itinerario del Papa en Canadá no pase por Kamloops, la comunidad ubicada en Columbia Británica donde fueron halladas las primeras tumbas sin marcar.
El logo del viaje de Francisco a Canadá ha sido diseñado por un artista aborigen y lleva el lema ‘Caminando juntos’. Se trata de un círculo que incluye simbología católica (como una paloma en representación del Espíritu Santo y la paz o las llaves de san Pedro) y también indígena canadiense (plumas de águila, salmón ártico, caribús y bisontes).