Con 100 votos a favor y 4 en contra el Congreso de la República aprobó las reformas al Código Penal para castigar delitos cibernéticos que se cometan contra niños, niñas y adolescentes en aspectos como material con contexto sexual o pornográfico, así como amenazas.
Además, con 97 votos se aprobó incluir el artículo 190 Ter al Código Penal para aplicar penas que van de los 6 a los 12 años de cárcel a quien amenace o intimide a un menor con difundir material pornográfico.
Organizaciones que velan por el bienestar de la niñez y adolescencia aplaudieron las reformas al Código Penal y instan a la población a denunciar todos los hechos donde se vulnere la dignidad de los niños, niñas y adolescentes.
El artículo uno define que será sancionado quien a través de todo tipo o clase de medios tecnológicos, valiéndose o no del anonimato, contacte a cualquier niño, niña o adolescente, con el propósito de:
- Solicitar o recibir material con contexto sexual o pornográfico, propio o de terceras personas, ya sea que incluya o no, medios audiovisuales.
- Tener o facilitar con tercera persona relaciones sexuales.
- Facilitar la comisión de cualquier otro delito contra la libertad o independencia sexual de niños, niñas o adolescentes, contactado, es responsable de una o varias conductas, anteriormente indicadas, será sancionado el responsable de una o varias conductas anteriores sindicadas, con prisión de seis a doce años, independientemente que logre su propósito.
Menciona la pena que recibirá quien a través del uso de la tecnología de información o medios tecnológicos, amenace a niño, niña o adolescente o a su representante, con publicar o difundir material, con contenido sexual o pornográfico, ya sea que incluya o no imágenes, videos, textos o audios propios.
Por lo que, será sancionado con prisión de seis a doce años de cárcel.
La diputada María Eugenia Castellanos de Vamos, aseguró que el internet es un medio para la educación, pero peligroso si no se controla, mientras el diputado de la misma bancada, Maynor Mejía Popol, añadió que durante la pandemia se hizo obvio lo vulnerables que son los niños que reciben clases a través del internet.