La Lista de Patrimonio de la Humanidad de la Unesco, que solo en Alemania cuenta con 50 sitios distintos, ya no es una verdadera lista mundial, según afirmó hoy el etnólogo alemán Christoph Brumann.
«Detrás de Italia y China, Alemania está en el tercer puesto de las naciones que encabezan la lista. Me parece demasiado para un país duramente devastado por la guerra sin ninguna maravilla natural espectacular», declaró Brumann, del Instituto Max Planck para la Investigación Etnológica de la ciudad de Halle.
«Si se quiere contar realmente con una lista mundial y no con una que como ahora cuenta con casi la mitad de sitios europeos, los europeos deberían tomarse un respiro con las nominaciones, tal como deberían hacer también los estados federados de Alemania con sus propuestas», propuso el experto.
Brumann reconoció que naturalmente no hay un apoyo mayoritario para ello. «Simplemente, hay demasiado en juego en el crecimiento de la lista y en la perspectiva de conseguir un puesto en ella», sostuvo.
Postulaciones
En la actual sesión de la Unesco se aceptaron nuevamente varias postulaciones de Alemania para ingresar a la lista de Patrimonio de la Humanidad, entre ellas la colonia de artistas Mathildenhöhe de la ciudad de Darmstadt y los sitios judíos del estado federado Renania-Palatinado, considerados la cuna del judaísmo europeo.
- El etnólogo consideró que la reputación del título de Patrimonio de la Humanidad parece intacta.
«Hasta ahora, no ha habido ninguna retirada por parte de los Estados, ni ninguna petición de cierre de la Lista del Patrimonio de la Humanidad», sostuvo Brumann, quien dijo que no espera un cambio de tendencia.
La catedral de Aquisgrán, edificio destacado del Renacimiento carolingio y lugar de coronación de muchos reyes y emperadores fue, junto con el casco antiguo de Cracovia por ejemplo, uno de los once primeros lugares que se incluyeron en la lista de la Unesco en 1978.
Qué pasó con los palacios, catedrales y ciudades antiguas
Brumann cree que es bueno que, a diferencia de lo que ocurría al principio, la Lista del Patrimonio de la Humanidad ya no esté formada solo por palacios, catedrales y ciudades antiguas.
«Pero nada ha cambiado en el hecho de que la iniciativa debe provenir de cada Estado», sostuvo el autor del libro «The Best We Share: Nation, Culture and World-Making in the UNESCO World Heritage Arena».
El etnólogo dijo que a los países europeos les resulta más fácil presentar las carpetas de las nominaciones con cientos o miles de páginas. En ese sentido, señaló que este año más de la mitad de las nuevas nominaciones volvieron a proceder de Europa.
«Las intenciones no son eurocéntricas, pero los resultados sí», señaló el investigador.
Los sitios culturales y naturales de «valor universal excepcional» son designados como Patrimonio de la Humanidad, según explica la Unesco.