Los empresarios de la plataforma de aprendizaje de idiomas Duolingo, liderados por el científico guatemalteco Luis von Ahn, propietario de la empresa que hace su debut en la Bolsa de Valores, tuvo el honor esta mañana de «tocar la campana de Nasdaq (National Association Of Securities Dealers Automaded Quotation) en su reapertura».
Cabe recordar que Duolingo confía en levantar hasta 557.8 millones de dólares con su inminente debut en el mercado electrónico Nasdaq Global Select Market, donde cotiza bajo el símbolo ‘DUOL’.
Según una enmienda registrada por la compañía en el folleto de su salida a Bolsa, la popular aplicación de idiomas fijo una horquilla de precios de entre 85 y 95 dólares para la colocación de un máximo de 5.87 millones de acciones, que elevarían hasta unos 3,400 millones de dólares su valoración.
Acciones
En este sentido, la multinacional advierte en el documento que cuenta con dos clases de acciones comunes, A y B, que se diferencian en los derechos de voto y conversión, ya que cada acción A tiene derecho a un voto, mientras que las acciones B tienen derecho a 20 votos y son convertibles en cualquier momento en acciones ordinarias A.
De esta manera, las acciones ordinarias B en circulación representarán aproximadamente el 97.8% del poder de voto del capital social en circulación inmediatamente después de la oferta pública inicial.
Ideas millonarias
Cuando en 1996 Luis von Ahn abandonó el país para irse a Estados Unidos a estudiar matemáticas en la Universidad de Duke, no imaginaba que años más tarde Google lo libraría de cualquier problema económico comprando dos de sus ideas.
Tras acabar matemáticas, estudió Ciencias de la Computación y a los 21 años, junto con sus compañeros de la Carnegie Mellon University, desarrolló los Captcha, un sistema conocido por todo internauta por tratarse de esas molestas letras onduladas que debe transcribir para demostrarle a la computadora que no es un robot.
Tardó poco en convertirse en profesor de informática y se especializó en computación basada en humanos, dedicada a estudiar cómo las personas y ordenadores pueden trabajar juntos resolviendo tareas complicadas.
Google adquirió dos de sus creaciones: ESP Game y reCaptcha. Esta última surgió a raíz de Captcha, por la que no recibió dinero al tratarse de un proyecto académico.
Sin embargo, pronto se las ideó para conseguir un buen pellizco creando esta evolución de su primera idea. reCaptcha era un sistema que, además de luchar contra el spam, ayudaba a digitalizar palabras de libros antiguos, ilegibles para máquinas pero fáciles de leer por el ojo humano.