La historia del cooperativismo en Guatemala (1903-2021)

El cooperativismo en Guatemala ha crecido con fuerza en cobertura y número desde la segunda mitad del siglo XX, hasta llegar a la época actual, en la que su importancia es evidente en múltiples áreas de la economía nacional.  A nivel mundial, surge en Inglaterra en el año 1884, como una alternativa de sobrevivencia.  Este es el reporte histórico-periodístico de lo sucedido con este movimiento económico y social.

Reconstruir es mejor juntos… la frase para conmemorar hoy el Día Internacional del cooperativismo

Corría el año 1903, un año sin grandes acontecimientos mundiales, pero con gran agitación en nuestra región, pues el 9 de enero, El Salvador y México organizan una invasión a Guatemala, con el fin de derrocar al presidente Manuel Estrada Cabrera, quien impide el ingreso de las tropas enemigas en ambas fronteras y se consolida en el cargo.

Aquella movilización militar provocó gran pérdida al erario nacional, lo que obliga al gobernante a buscar mecánicas para reactivar la economía, por lo que dicta varias leyes, refrendadas luego por el Organismo Legislativo, que respondía plenamente a sus mandatos.

Es así como se aprueba el Decreto 630, Ley de Sociedades Cooperativas, que da vida al movimiento cooperativista en el país.  Aunque lentamente en la primera mitad del siglo XX, el cooperativismo cobra fuerza a partir de 1945 y luego se desarrolla y consolida por todo el país, incursionando en diferentes actividades económicas.

Aquella primera legislación sobre esta materia establece que las sociedades cooperativas están sujetas a las leyes civiles y mercantiles, al igual que las empresas y sociedades que operaban en el país. La intención del Gobierno es que se facilite la incorporación de este tipo de organizaciones a la vida económica, dado la crisis que se vive entonces.

Pero no es sino hasta 1906, cuando se aprueba el Decreto 669, Ley protectora de obreros,

con el cual se crea la caja de cooperativas de socorro que, como otras, no funcionaban precisamente como cooperativas, sino como entidades que promovían el ahorro y la ayuda mutua, porque hay poco conocimiento del cooperativismo en general.

El movimiento en el mundo

El nacimiento del cooperativismo se remota al año 1844 en Inglaterra, en donde se crea la primera organización cooperativa con carácter legal, con el aporte de sus integrantes.  El acontecimiento se produjo en un pequeño pueblo llamado Rochdale, conocido por el trabajo de tejedores que destacaban por su calidad, pero que se vieron desplazados por el avance de la llamada revolución industrial.

En medio de despidos masivos en la comunidad, 28 tejedores –uno de ellos mujer– inician una serie de reuniones para organizarse y encontrar mecanismos para ayudarse mutuamente en aquel momento de crisis.

Fotografía histórica de los pioneros del cooperativismo en Inglaterra.

Reunidos en el Callejón del Sapo, abren la primera cooperativa de consumo, aportando cada uno de ellos 28 peniques.  En la historia de este movimiento se les conoce como Los pioneros de Rochdale

Aspecto interesante es que crean La carta de Cooperación, que establece los principios, basados en el concepto de solidaridad, una de las piezas fundamentales para lo que mas adelante se convertiría en un movimiento global.

De hecho, de aquella carta se derivan los principios que sostienen al movimiento, aunque han sufrido modificaciones a lo largo del tiempo.

Aquella carta fue elevada a la Cámara de los Comunes por Carlos Horteserth, considerado pionero del cooperativismo.  Esto se destaca en aquel documento, como el espíritu motor de la naciente iniciativa y su forma de insertarse en el mundo productivo:

  • No afecta la fortuna de nadie
  • No trastorna la sociedad.
  • No molesta a los hombres de Estado.
  • No constituye una sociedad secreta.
  • No quiere ninguna violencia.
  • No causa ningún desorden.
  • No ambiciona honores.
  • No reclama favores.
  • No pide privilegios.
  • No trata con holgazanes,
  • No busca ayuda oficial.
  • Siente horror por los monopolios.

Estas reglas son revisadas por la Alianza Cooperativa Internacional (ACI) en 1937, y modificadas en su redacción en 1966.  Por último, en 1995, en el Congreso de la ACI en Inglaterra, aprueba los siete nuevos principios, que quedan de la siguiente manera:

  1. Adhesión voluntaria y abierta.
  2. Gestión democrática por parte de los asociados.
  3. Participación económica de los asociados.
  4. Autonomía e independencia.
  5. Educación, formación e información.
  6. Cooperación entre cooperativas.
  7. Interés por la comunidad.
El proceso en Guatemala

Mientras a nivel mundial, el movimiento cobra fuerza, en Guatemala su participación es bastante limitada tras los dos decretos aprobados por el gobierno de Estrada Cabrera.  Se suceden los gobiernos al caer aquella dictadura, pero nada relevante sucede con las cooperativas, hasta llegar al año 1944, cuando se producen dos acontecimientos legislativos que cambian el rumbo existente.

Primero, al redactar aquel año la Constitución de 1945 se establece, en el artículo 94, lo siguiente: El Estado proporcionará a las colectividades y cooperativas, instrucción técnica, dirección administrativa, maquinaria y capital.  En la misma Carta Magna, sólo que en el artículo 100, se destaca que: Se declara de urgente utilidad social, el establecimiento de sociedades cooperativas de producción, así como la legislación que las organice y fomente.

Las mujeres se integran cada vez más al movimiento cooperativista guatemalteco.

Gran paso hacia el cooperativismo en aquella Constitución.  Ese mismo año, el Congreso de la República aprueba el Decreto 93, Ley del Organismo Ejecutivo, el cual establece las funciones del ministerio de Economía y Trabajo, al que le asigna que le corresponde, el fomento, expansión, asesoramiento y control de los sistemas cooperativos de crédito, de producción, de consumo, de transportes urbanos e interdepartamentales.

Para terminar de dar impulso, el 1 de agosto de 1945, el Congreso aprueba el Decreto 146, por medio del cual se crea el Departamento de Fomento Cooperativo.  El esquema legal está establecido y es claro que, desde el Estado, se busca fomentar el surgimiento de un movimiento cooperativo fuerte y masivo, como finalmente ocurre.

Es así como ese mismo año (1945) se crean las primeras cooperativas y principia un caminar que no se ha detenido hasta este siglo XXI.

Mientras crece el número de cooperativas y su organización se afina con la experiencia que da el tiempo, el andamiaje legal también se ve robustecido.  En 1978, el Congreso aprueba el Decreto 82-78, Ley General de Cooperativas, que contempla herramientas para el desarrollo del movimiento en general y crea el Instituto Nacional de Cooperativas (INACOP).

La explosión del movimiento

Aunque los números varían constantemente, es evidente que el movimiento en Guatemala ha alcanzado un nivel muy importante.  Hay al menos 13 federaciones cooperativas en el país, poco menos de mil cooperativas activas –entre agrícolas, de ahorro y crédito, de producción, de consumo, de vivienda, de transporte, de servicios especiales, de pesca y de comercialización–, con cerca de 1.5 millones de asociados de los cuáles, alrededor del 45% son mujeres, aunque este porcentaje aumenta constantemente, por la creciente participación femenina en las cooperativas durante las últimas décadas.

La mayor parte de cooperativas se hacen sentir en sus comunidades –uno de sus objetivos–, y por ello se afirma que son parte importante en el desarrollo social y económico del país.

Su importancia institucional

En la medida en que se ha ido desarrollando el movimiento cooperativista, ha ocupado espacios institucionales importantes, al punto de estar representado en la mayoría de foros en los que se discute y diseñan aspectos relacionados al desarrollo del país.

La capacitación es una de las fortalezas de las federaciones cooperativas hacia sus asociadas.

Entre las instancias o instituciones en donde tiene representación, destacan las siguientes:

  • Consejo Nacional de Promoción de las Exportaciones.
  • Consejo Nacional de Desarrollo Agrícola.
  • Comisión Nacional de la vivienda.
  • Programa Nacional de Competitividad.
  • Fondo de Tierras.
  • Comisión Nacional de Alfabetización.
  • Consejo Nacional para el Desarrollo de la Micro, Pequeña y Mediana empresa.

La representación del movimiento cooperativista es cada día mayor dentro de la institucionalidad nacional, en reconocimiento a la fuerza y peso que tienen las cooperativas en el país.

Las 13 federaciones que aglutinan a todas las cooperativas que operan en el territorio guatemalteco, son las siguientes:

  1. Federación Guatemalteca de Cooperativas de Consumo, RL (FEDECCON, R.L.).
  2. Federación de cooperativas de Mercadeo El Quetzal R.L.
  3. Federación de Cooperativas Pesqueras del Pacífico, (FEDEPESCA, R.L.).
  4. Federación de Cooperativas de Pequeños Productores de Café de Guatemala (FEDECOCAGUA, R.L.).
  5. Federación de Cooperativas de las Verapaces (FEDECOVERA R.L.)
  6. Federación Nacional de Cooperativas de Ahorro y Crédito (FENACOAC, R.L.).
  7. Federación de Cooperativas Agrícolas Regionales (FECOAR, R.L.).
  8. Federación de Cooperativas Agrícolas de Guatemala (FEDECOAG, R.L.).
  9. Federación Nacional de Cooperativas de vivienda (FENACOVI, R.L.).
  10. Federación de Cooperativas de Producción Artesanal (ARTEXCO, R.L.).
  11. Federación Integral de Cooperativas de Comercialización de Ixcán (FICCI, R.L.).
  12. Federación de Cooperativas Agroindustriales (FECAIRAN, R.L.).
  13. Federación Integral de Ahorro y Crédito Global Finanzas, R.L.

Los servicios que las federaciones prestan a sus asociados incluyen –en términos generales–, financiamiento, asistencia técnica, representación, capacitación, formación de líderes y formación empresarial.

¿Qué es una cooperativa?:

AYUDA MUTUA

La cooperativa es una organización que se forma bajo el concepto de ayuda mutua para el beneficio de todos, por medio de los servicios que presta.  Una explicación de su esencia es que se trata de grupos de personas que comparten principios solidarios, que se agrupan con la finalidad de obtener, mediante una actividad conjunta, los bienes necesarios.

En todo caso, se trata de una asociación voluntaria de personas y no capitales, queobtiene personería jurídica y está regida por la ley específica de cooperativas.  Su principal objetivo es el servicio y no el lucro o la ganancia fácil.

Están regidas por un concepto de igualdad entre los miembros, en donde todos tienen los mismos deberes y derechos.