El Gobierno de Estados Unidos ha recalcado que «no hay cambios» en su posición sobre el Sáhara Occidental, donde sigue reconociendo la soberanía marroquí pese al cambio de inquilino en la Casa Blanca y a la polémica generada por el giro anunciado en diciembre por el entonces presidente, Donald Trump.
La Administración de Joe Biden ha ido con pies de plomo en estos últimos meses, sin que haya dado muestras de revertir un reconocimiento que llegó aparejado a un acuerdo entre Marruecos e Israel para normalizar relaciones. El portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, así lo apuntó el jueves en rueda de prensa: «No hay cambios».
La posición estadounidense ha vuelto a estar de actualidad tras una conversación entre el ministro de Exteriores marroquí, Nasser Burita, y el coordinador del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca para Oriente Próximo y el norte de África, Brett McGurk, en particular por las garantías que habría dado este último.
Proceso
McGurk supuestamente confirmó a Burita que la actual Administración no tiene previsto revertir el paso dado por Trump, según fuentes citadas por el portal de noticias Axios. El diplomático estadounidense, sin embargo, sí emplazó al jefe de la diplomacia marroquí a favorecer el nombramiento de un enviado especial de la ONU para el Sáhara Occidental.
El proceso para ello sigue estancado y el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, ha reconocido este viernes durante una visita en España que las partes ya han tumbado trece nombres, el último de ellos el de Steffan de Mistura, antiguo enviado de la ONU para Siria.