Y es que Neymar, según noticias publicadas pocos días después de conocerse este escrito, ha quedado muy tocado ante el asunto (como es lógico, por otra parte). Es uno de los motivos que pueden explicar su irregular temporada hasta ahora, que no es más que una prolongación de ese permanente estado de ‘subidas y bajadas’ del brasileño desde que aterrizó en España y en el Barcelona. Está demostrado que es un crack mundial, un gran jugador. Es, de facto, una de las tres piezas de la MSN, para muchos la mejor delantera del mundo. Pero no acaba de romper en ese futbolista llamado a suceder a Messi que todos esperaban.
Junto con las malas noticias, siempre pesan rumores de ‘fuga’ para Neymar, quien quizá, opinan algunas fuentes del entorno, estaría menos ‘perseguido’ por Hacienda en otro país de Europa. Bajo ese argumento han llegado algunas supuestas ofensivas del PSG para ficharle, ni más ni menos, aunque es cierto que tanto su padre como su mismo entorno han asegurado siempre que su primera intención es quedarse en el Barça, aunque dejando siempre alguna puerta entornada.
Ahora, el mal rumbo deportivo que empieza a barruntar la entidad, con un equipo cada vez más cuestionado y que, de perder el Clásico, podría quedar a nueve puntos del Real Madrid cuando ni siquiera hemos terminado la primera vuelta del campeonato, unido a lo que se vislumbra en el futuro, podrían ser otra arma de doble filo a la hora de que el Barcelona pueda retener al carioca dentro de la plantilla. Especialmente si además el lío judicial no cesa. Siempre es la misma historia, pero ya se sabe: tanto va el cántaro a la fuente… lo cierto es que los rumores tampoco se apagan.