La aldea Quejá, en San Cristóbal Verapaz, fue declarada por la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) zona de alto riesgo debido a la susceptibilidad a deslizamientos de tierra.
Esta alerta deja en el limbo a 316 familias que actualmente viven en el lugar y que sobrevivieron a la tragedia ocurrida en noviembre de 2020. El área afectada mide 1.19 kilómetros cuadrados y contiene un mapa para delimitar dicho lugar.
De acuerdo con el Acuerdo de la Junta Ejecutiva 01-2021 de la Conred, en el que declara un área de ese lugar como Zona de Alto Riesgo, pide que las autoridades con competencia territorial y sectorial tomen acciones que atiendan a la prevención, mitigación, de acuerdo con su competencia para garantizar la vida, la integridad y la seguridad de la población afectada o en situación de riesgo, prevaleciendo el bien común.
La medida se anunció luego del trabajo que realizó el equipo técnico del Consejo Científico de la Conred, el cual recomendó el no asentamiento de personas en el área declarada de alto riesgo, debido a las condiciones de riesgo establecidas y comprobadas por medio de la Evaluación de Susceptibilidad por Deslizamientos.
La Coordinadora añadió la recomendación de no realizar actividades que se encuentren relacionadas con residir, ocupar o habitar en el área, en virtud de la situación a la alta susceptibilidad a deslizamientos y a los daños físicos correspondientes a las condiciones de la estructura.
El área descrita no se podrá desarrollar ningún tipo de proyecto público ni privado, hasta que se emita una declaratoria en base a dictámenes técnicos y científicos de que la amenaza y ocurrencia ha desaparecido
Deslizamiento de tierra
El 5 de noviembre de 2020, parte de una montaña se desprendió debido a la humedad causada por las intensas lluvias provocadas por la depresión tropical Eta. Alrededor de 150 viviendas quedaron soterradas y otras 25 quedaron en condición de riesgo.
Aun así, las familias sobrevivientes decidieron regresar al lugar pese a las condiciones de peligro.
Según David De León, vocero de la Conred, a las familias se les propuso trasladarse a una urbanización conocida como El Mirador, ubicada en el mismo municipio, pero las personas rechazaron la propuesta.