El Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (INSIVUMEH), junto a la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (CONRED) informó que el Volcán de Fuego mantiene entre cinco a diez explosiones débiles por hora, que generan una columna de ceniza de hasta cuatro mil 600 metros sobre el nivel del mar.
“Las partículas se dispersan hacia el sur y suroeste, por lo que se reporta caída de ceniza en las comunidades Panimaché I, Morelia, Sangre de Cristo, Yepocapa y otras cercanas”, indicó el ente científico.
Asimismo, indica que el Volcán de Pacaya, que estuvo varias semanas con alta efusividad, ha regresado a sus patrones de actividad normal.
“Este martes presenta desgasificación desde el cráter Mackenney y emisiones débiles de ceniza que alcanzan 500 metros sobre el cráter. Las partículas se dispersan hasta cinco kilómetros hacia el sur y suroeste. No se reportan explosiones ni retumbos”, añade el INSIVUMEH.
Sin embargo, dicha institución no se descarta la posibilidad de generación de nuevos flujos de lava y emisión de ceniza de forma más intensa.
Erupción en cualquier momento
La Conred advirtió el pasado 19 de mayo sobre el peligro de acercarse al Volcán de Pacaya, que lleva meses en plena actividad. Luego de que días anteriores se revelaron fotos de largas filas de visitantes para observar los flujos de lava, la entidad pidió más precaución.
David de León, vocero de la Conred, dijo en esa ocasión que como institución le brindaron recomendaciones al Parque Nacional Pacaya para los recorridos de los visitantes y así evitar que estos se acerquen a algunas zonas peligrosas del sector.
El Parque Nacional Volcán Pacaya reanudó sus actividades el 24 de abril, luego de que finalizaran erupciones continuas que duraron casi tres meses. Durante ese período, el coloso mantuvo en alerta a las aldeas El Rodeo y El Patrocinio, cuyas primeras viviendas estuvieron a 450 metros de distancia de la lava que registró un mayor avance.
Esto causó que al menos mil 600 personas acudieron a visitar el coloso ubicado en el departamento de Escuintla, para observar un nuevo río de lava que el cono expulsa desde una fisura que se formó el 29 de abril último.