El equipo de Donald Trump cobra forma cada día mientras se acerca el día que tome posesión. En un poco más de 60 días, el magnate inmobiliario jurará ante la Constitución de Estados Unidos y dirigirá la nación más poderosa del mundo, por lo cual ya ha empezado a nombrar a sus mejores aliados. Por ahora se ha decantado por quienes no escondieron su apoyo hacia él en campaña.
Después de la exitosa campaña electoral realizada en el último año, realizar nombramientos en puestos clave no ha sido una tarea sencilla para el equipo de transición. El futuro mandatario nombró hace algunos días a su jefe de Gabinete (especie de superministro o secretario general) y a su estratega jefe y asesor senior. Para el primer puesto nombró a Reince Prebius, líder republicano y para el segundo cargo, eligió a Steve Bannon, quien fuera presidente de la campaña de Trump.
Este viernes Trump decidió elegir a Jeff Sessions como fiscal general, un senador republicano que se opuso a la reforma migratoria de Obama; para consejero de Seguridad Nacional optó por Michael Flynn, quien es conocido por su forma parecida a Trump para inclinarse por lo políticamente incorrecto. Para director de la CIA, se nombró a Mike Pompeo, congresista republicano cercano al movimiento denominado Tea Party, quien a su vez es miembro del Comité de Inteligencia en el Legislativo.
El nombramiento para el puesto de secretario de Estado aún no ha sido confirmado. Rudy Giuliani, Mitt Romney, Nikky Haley son los nombres que más suenan en los medios estadounidenses, que todos los días están pendientes de lo que ocurra en la Trump Tower en Manhanttan, Nueva York, lugar donde se configura la artillería pesada que conducirá los hilos de la nación norteamericana para los próximos cuatro años.