Las primeras civilizaciones que construyeron palacios monumentales y centros urbanos en Europa son genéticamente más homogéneas de lo esperado.
Es la conclusión del primer estudio dedicado a secuenciar genomas completos recolectados de antiguos sitios arqueológicos alrededor del mar Egeo. El estudio lo publicó la revista Cell.
A pesar de las marcadas diferencias en las costumbres funerarias, la arquitectura y el arte, la civilización minoica en Creta, la civilización heládica en la Grecia continental y la civilización cicládica en las islas Cícladas en medio del Mar Egeo, fueron genéticamente similares durante la Edad del Bronce Temprano (hace 5,000 años).
Los hallazgos son importantes porque sugieren que las innovaciones críticas como el desarrollo de centros urbanos, el uso de metales y el comercio intensivo realizados durante la transición del Neolítico a la Edad del Bronce no se debieron solo a la inmigración masiva desde el este del Egeo como se pensaba anteriormente, sino también de la continuidad cultural de los grupos neolíticos locales.
Diferencia de los individuos en la Edad de Bronce
El estudio también encuentra que en la Edad del Bronce Medio (hace 4,000-4,600 años), los individuos del norte del Egeo eran considerablemente diferentes en comparación con los de la Edad del Bronce Temprano. Estos individuos compartían la mitad de su ascendencia con personas de la estepa Póntico-Caspio, una gran región geográfica que se extiende entre los ríos Danubio y Ural y al norte del Mar Negro, y eran muy similares a los griegos actuales.
- Los hallazgos sugieren que las oleadas de migración de los pastores de la estepa póntico-caspio, o poblaciones al norte del Egeo que tienen una ascendencia similar a la estepa póntico-caspio, dieron forma a la Grecia actual.
- Todas estas posibles olas de migración son anteriores a la aparición de la forma documentada más antigua del griego, lo que respalda las teorías que explican el surgimiento del proto-griego y la evolución de las lenguas indoeuropeas en Anatolia o en la región de la estepa póntica-caspia.
Investigación
El equipo tomó muestras de restos óseos bien conservados en sitios arqueológicos. Secuenciaron seis genomas completos, cuatro de las tres culturas durante la Edad del Bronce Temprano y dos de una cultura heládica durante la Edad del Bronce Medio.
Los investigadores también secuenciaron los genomas mitocondriales de otros once individuos de la Edad del Bronce Temprano. La secuenciación de genomas completos proporcionó a los investigadores datos suficientes para realizar análisis demográficos y estadísticos de las historias de las poblaciones.
La secuenciación de genomas antiguos es un gran desafío, particularmente debido a la degradación del material biológico y la contaminación humana. Un equipo de investigación del CNAG-CRG (Center for Genomic Regulation) jugó un papel importante en la superación de este desafío mediante el uso del aprendizaje automático.
Según Oscar Lao, Jefe del Grupo de Genómica de Poblaciones del CNAG-CRG, «Aprovechando que la cantidad de muestras y la calidad del ADN que encontramos es enorme para este tipo de estudio, hemos desarrollado sofisticadas herramientas de aprendizaje automático para superar desafíos como como la baja profundidad de cobertura, los daños y la contaminación humana moderna, abriendo la puerta a la aplicación de la inteligencia artificial a los datos paleogenómicos «.
«La implementación del aprendizaje profundo en la inferencia demográfica basada en muestras antiguas nos permitió reconstruir las relaciones ancestrales entre las poblaciones antiguas e inferir de manera confiable la cantidad y el momento de los eventos de migración masiva que marcaron la transición cultural del Neolítico a la Edad del Bronce en el Egeo», dice Olga Dolgova, investigadora postdoctoral en el Grupo de Genómica de Poblaciones del CNAG-CRG.
Cambios fundamentales
La Edad del Bronce en Eurasia estuvo marcada por cambios fundamentales a nivel social, político y económico, visibles en la aparición de los primeros grandes centros urbanos y palacios monumentales. El creciente intercambio económico y cultural que se desarrolló durante este tiempo sentó las bases para los sistemas económicos modernos, incluido el capitalismo, los tratados políticos de larga distancia y una economía comercial mundial.
A pesar de su importancia para comprender el surgimiento de las civilizaciones europeas y la difusión de las lenguas indoeuropeas, los orígenes genéticos de los pueblos detrás de la transición del Neolítico a la Edad del Bronce y su contribución a la población griega actual siguen siendo controvertidos.
Los estudios futuros podrían investigar genomas completos entre el Mesolítico y la Edad del Bronce en Armenia y el Cáucaso para ayudar a identificar aún más los orígenes de la migración al Egeo y para integrar mejor los datos genómicos con la evidencia arqueológica y lingüística existente.