El Instituto Nacional de Sismología, Vulcanologia, Meteorologia e Hidrología (Insivumeh) dio por concluida la erupción del Volcán de Pacaya, que comenzó el 5 de febrero y obligó al país a cerrar su aeropuerto internacional por la gran presencia de cenizas.
Aunque la montaña ya no se encontraba en la fase explosiva que registró hasta mediados del mes de marzo, no fue hasta este viernes cuando las autoridades declararon oficialmente el fin de la erupción. Así, el Insivumeh espera que en los próximos días terminen de enfriarse los flujos de lava que aún persisten y de desgasifiquen.
Comunidades de El Rodeo y Patrocinio
El coloso, de 2,552 metros de altura y situado unos 25 km al sur de Ciudad de Guatemala, actualmente presenta «algunas explosiones débiles (…), poca ceniza, abundante vapor de agua y gases de azufre», dijo Emilio Barillas, vocero del Insivumeh.
Explicó que los ríos de lava que acechaban a las comunidades asentadas en las faldas del macizo, el más extenso, de 3.8 km, «no han mostrado, por lo tanto, avances en ninguna dirección» en los últimos días.
David de León, portavoz de Protección Civil, agregó, asimismo, que la cresta del principal flujo de lava quedó solidificada a unos 450 metros de distancia de las primeras casas habitadas de las aldeas El Rodeo y El Patrocinio, donde los pobladores y las autoridades habían preparado planes de evacuación.
No se descartan, sin embargo, nuevas explosiones «de características débiles y moderadas» y algunas columnas de desgasificación en el cráter Mackenney, donde se concentra la actividad, según el boletín oficial, en el que se recomienda a la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) seguir pendiente.
El acceso al cráter Mackenney también seguirá vetado, a pesar de que se reabrirá el Parque Nacional Pacaya, y se limitarán las visitas a ciertas áreas como medida de precaución.