La Unidad de Investigación para la Conservación de la Vida Silvestre (WildCRU) de la Universidad de Oxford han capturado la primera imagen de un duiker de Walter vivo en su hábitat natural.
Este pequeño antílope africano —Philantomba walteri— fue hasta ahora reservado al punto de la invisibilidad.
El estudio WildCRU, publicado en African Journal of Ecology, y dirigido en Togo por el mamólogo local Délagnon Assou, con el equipo de base dirigido por el doctor Neil D’Cruze, muestra una imagen de un animal que nunca fotografiado vivo en la naturaleza.
Estudio
Esta primera imagen de un duiker (o cefalofo) de Walter en la naturaleza forma parte del primer estudio completo de captura de cámara remota para megafauna de mamíferos jamás realizado en Togo (África occidental) que abarca, asimismo, más de 9,000 días de seguimiento.
El equipo conjunto de científicos togoleses, británicos y alemanes colocó 100 cámaras trampa en el Parque Nacional Fazao-Malfakassa, el área protegida más grande del país. Junto a un duiker de Walter también registraron varias otras especies endémicas y en peligro de extinción.
El duiker de Walter solo había visto en forma de cráneos y cadáveres, detectado en los mercados de carne de animales silvestres en Benin, Togo y Nigeria y su estado de conservación en la Lista Roja de la UICN (un directorio de especies en peligro) se registra eufemísticamente como «Datos Insuficientes», con sus tendencias poblacionales resumidas como «desconocidas».
El profesor David Macdonald, director de WildCRU, dijo en un comunicado: «Este elegante antílope ha demostrado, durante los últimos 200 años, un gran talento para evitar a los científicos, pero trágicamente menos hábil para evitar redes, trampas y perros de caza.
«Trazar su paradero en los mercados de carne de animales silvestres más o menos análogo a trazar los hábitos de los ciervos en el Reino Unido mediante el mapeo de su presencia en las losas de los carniceros. La ‘captura’ con cámaras, por lo tanto, revoluciona el estudio biológico: un ejército de cámaras se sienta paciente y sin quejarse, inmóvil durante meses, esperando a un transeúnte interesante».