Algunas voces del Partido Demócrata responsabilizaron en los últimos días al expresidente Donald Trump del aumento de los ataques contra la comunidad asiática que se han registrado en Estados Unidos, recordando las expresiones racistas con las que se ha estado refiriendo al coronavirus desde el origen de la pandemia.
Así, la representante demócrata por Nueva York Grace Meng ha señalado este jueves como el expresidente Trump utilizó expresiones tales como «virus chino» o «kung flu«, en referencia a la similitud entre flu (fiebre) y fu, por el arte marcial chino.
«Cuando escuché por primera vez al expresidente usar palabras como ‘kung flu’ y ‘virus chino’ me quedé realmente horrorizada (…), ha recordado Meng en la serie de podcast del expresidente Bill Clinton, en una conversación de la que se ha hecho eco el diario ‘The Hill’.
En ese sentido, Meng ha señalado que si bien el acoso por motivos raciales contra la comunidad asiática «es un problema que no data sólo del año pasado», lo cierto es que los episodios han aumentado exponencialmente desde el inicio de la pandemia.
«Cuando tienes un líder en este país que tiene una plataforma tremenda, que alimenta hechos falsos y desinformación sobre el virus, que luego son perpetuados por el resto de los líderes del Partido Republicano en el Congreso, los estadounidenses de origen asiático acaban siendo acosados, agredidos y escupidos», denunció.
A raíz del reciente ataque contra tres establecimientos regentados por la comunidad asiática en Atlanta y sus alrededores, en el que fueron asesinadas ocho personas, se ha puesto de manifiesto el hostigamiento y la violencia del que están siendo víctimas muchos de sus miembros.
El FBI ha alertado de un drástico aumento de los ataques contra la comunidad asiática en el país desde que estalló la crisis sanitaria. La ONG Stop AAPI Hate, que rastrea incidentes y ataques contra los ciudadanos asiático americanos, ha publicado en su último informe cerca de 3.800 denuncias en el último año.
A la espera de que la Policía confirme si los tres tiroteos formaban parte de un plan organizado, pues se cometieron en un lapso de tiempo de una hora y sobre tres establecimientos muy similares de la ciudad, los tiroteos han reavivado el debate en Estados Unidos acerca de este tipo de delitos de índole racial.
El miércoles la representante demócrata por California Judy Chu también dirigió sus críticas hacia Trump, a quien acusó de «avivar las llamas de la xenofobia» contra los asiático americanos y los originarios de las islas del Pacífico con su retórica.
«Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades y la Organización Mundial de la Salud han dicho que debemos usar el término oficial, COVID-19, para asegurarnos de que esta enfermedad no esté asociada con una ubicación geográfica o etnia en particular debido a el estigma que causa. Y el presidente Trump se negó a reconocer eso», censuró Chu.
«En cambio, usó términos como ‘virus chino’, ‘virus de Wuhan’ e incluso ‘kung flu’, y como resultado los crímenes e incidentes de odio contra asiáticos aumentaron exponencialmente», denunció.
Desde la Casa Blanca, si bien tanto el presidente, Joe Biden, como la vicepresidenta, Kamala Harris, han preferido esperar a que se resuelva la investigación de las autoridades acerca de las motivaciones del ataque, su portavoz, Jen Psaki, apuntó también el miércoles hacia la «retórica dañina» de Trump como razón de este aumento de los ataques.
«No hay duda de que parte de la retórica dañina que vimos durante la Administración anterior, como llamar a la COVID-19 el ‘virus de Wuhan’ u otras cosas, llevó a percepciones de la comunidad asiático-estadounidense que son inexactas e injustas», valoró.
El presidente Biden y la vicepresidenta Harris se reunirán el viernes con representantes y líderes de la comunidad asiática en Georgia con motivo de los asesinatos de estas ocho personas en los tres tiroteos contra un salón de masajes y dos balnearios de Atlanta.
A la espera de conocer los detalles exactos del encuentro, el viaje a este estado ya estaba previsto como parte de su gira para promover entre las autoridades su ambicioso paquete de ayuda económica contra el coronavirus de 1,9 billones de dólares (1,5 billones de euros).
En señal de respeto a las víctimas, el presidente Biden ha ordenado que la bandera de Estados Unidos sea izada a media asta tanto en la Casa Blanca como en el resto de edificios del Gobierno, bases militares, embajadas y delegaciones diplomáticas en el extranjero y en el resto lugares públicos hasta el próximo 22 de marzo.