El primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, aseguró este martes en la Cámara de los Comunes que el Gobierno planea aumentar el límite de cabezas nucleares que puede almacenar el país un 40 por ciento, lo que terminaría con 30 años de desarme nuclear tras la Guerra Fría.
Con esta medida, el límite de cabezas nucleares que legalmente puede poseer el país pasaría de las actuales 180 hasta las 260, según recoge ‘The Guardian’.
«Es un techo, no un objetivo», matizó el Gobierno en un comunicado emitido tras la comparecencia de Johnson ante las críticas opositoras que consideran que con esta medida Reino Unido incumpliría el Tratado de No Proliferación.
«En los últimos años, hemos visto como estados con armas nucleares ignoran las normas internacionales. Si permanece la situación así, creemos que la mejor forma de protegernos a nosotros mismos y a nuestros aliados de la OTAN es asegurarnos de continuar teniendo un despliegue nuclear independiente y creíble», señala el comunicado.
Una de las voces políticas que se opuso a la resolución fue el ministro de Justicia del Gobierno de Escocia, Humza Yousaf, quien recordó que Escocia alberga «una de las mayores concentraciones de armas nucleares del mundo» por lo que «expandir el número de armas» es «absolutamente inaceptable a nivel moral, estratégico y económico» para la región.
Política exterior
Johnson ofreció un discurso sobre la política de Defensa en la que subrayó que Estados Unidos es el aliado más importante del país y Rusia una «amenaza activa».
Por su parte, China calificó como un «reto sistémico», pero el primer ministro defendió una relación «equilibrada» con el país asiático, a pesar de las críticas de la oposición por el tratamiento a la minoría musulmana uigur y la represión a los activistas democráticos en Hong Kong por parte del Gobierno chino.
«Reino Unido ha liderado la comunidad internacional al expresar nuestra profunda preocupación sobre las detenciones masivas de los uigur en la provincia de Xinjiang», remarcó Johnson, que ha defendido la cooperación económica y en la lucha contra el cambio climático con el gigante asiático.
Por su parte, la portavoz de Asuntos Exteriores laborista, Lisa Nandy, ha criticado el informe y las prioridades en Defensa del Ejecutivo, que no considera consecuentes, ya que el Gobierno no ha implementado «ninguna recomendación» del informe de Defensa sobre Rusia, pese a considerarla «la amenaza número 1», y ha «dañado la relación» con los socios de la OTAN.
Nandy ha criticado que existe «un enorme abismo entre las palabras y los actos del Gobierno», al que acusa de querer «defender el derecho internacional, mientras lo incumple repetidamente».
«Predica la paz en Yemen, pero vende armas a los saudíes. Quiere construir alianzas, pero antagoniza a nuestros aliados. Quiere liderar la lucha contra el cambio climático, pero no tiene un plan de reducción de emisiones», recalcalco la laborista.