La Fiscalía de Brasil evalúa la posibilidad de presentar una acusación contra el presidente, Jair Bolsonaro, cuando en junio del año pasado animó a sus seguidores a irrumpir en los hospitales públicos y comprobar si el colapso sanitario que las autoridades locales habían denunciado era cierto.
«La información que tenemos es que en gran medida nadie ha perdido la vida por falta de respiradores o falta de unidades de cuidados intensivos. Ahora, si hay un hospital de campaña cerca de usted, busque la manera de entrar y filme», aseguró por entonces Bolsonaro en una de sus comparecencias semanales a través de su cuenta de Facebook.
Días después, apunta la prensa brasileña, diferentes centros hospitalarios denunciaron la entrada de personas a sus instalaciones para grabar sin autorización lo que allí estaba pasando. Por estos hechos, el fiscal general, Augusto Aras, se vio obligado a abrir una investigación.
Aras, nombrado en el cargo por Bolsonaro, se ha visto presionado en las últimas semanas por varios jueces del Poder Judicial y colegas de la propia Fiscalía para que avance en alguna de las denuncias que se amontonan sobre su mesa en relación a la gestión de la pandemia que ha llevado a cabo el presidente brasileño.
Investigaciones
En total, nueve investigaciones han sido abiertas ya contra Bolsonaro, las últimas por la posible omisión de sus funciones en las crisis sanitarias en Amazonas y Pará, hechos por los que el ministro de Salud, Eduardo Pazuello, también está siendo investigado y que le podrían suponer su expulsión del cargo.
Aras, elegido en 2019 por el presidente brasileño de una lista en la que no se situaba ni entre los tres más votados dentro de un proceso interno de la Fiscalía, está a la espera de ser elegido nuevamente en septiembre para los dos próximos años.
La oposición ha cuestionado en varias ocasiones su independencia, cuando se desentendió de las denuncias sobre Bolsonaro ya que se trataba de una función del Congreso de Brasil estudiar estos posibles hecho ilícitos cuando quienes incurren en ellos son altos cargos del Estado.
Finalmente, Aras ha informado al Tribunal Supremo que la Fiscalía ya se encuentra estudiando y analizando algunas de estas denuncias, como la de su posible responsabilidad en la crisis de Amazonas y Pará, después de que el Partido Comunista de Brasil presentara una demanda ante el Supremo.
«Si, existen indicios razonables de posibles prácticas delictivas por parte de los denunciados», reconoció Aras en un comunicado, en relación a Bolsonaro y Pazuello, enviado al Supremo, al que le requería una investigación al respecto.
A Bolsonaro también lo han denunciado por no cumplir con las medidas impuestas por los gobiernos locales, como el uso de la mascarilla y evitar las aglomeraciones, además de por tratar con otros personas sin protección cuando confirmó su positivo por coronavirus.