Se unen políticos, mafias, estructuras de corrupción y crimen organizado…
Como una partida de ajedrez, principian los movimientos para lograr el control de las cortes –Suprema de Justicia (CSJ) y de Constitucionalidad (CC)–, para cerrar el círculo de la impunidad. El objetivo más valioso e inmediato, es la sala constitucional, que puede ser clave para amarrar al sector justicia.
Análisis de Crónica
Las piezas blancas han realizado una apertura agresiva, gambito de dama, y esperan tener control sobre el tablero de juego, para avanzar hasta lograr la conquista del preciado Rey, la Corte de Constitucionalidad (CC), último bastión en la lucha contra la corrupción y la impunidad, pero que muestra en este momento flancos vulnerables, que facilitan los movimientos para el asalto final.
Antes de la apertura de la partida, se han alineado las fuerzas. También en eso aventajan las blancas, pues cuentan con todos los poderes del Estado, a los que se suman un grupo de aliados naturales: políticos, mafias, estructuras de corrupción y hasta el crimen organizado, así como ciertas instituciones del país. La meta es controlar la Corte Suprema de Justicia (CSJ), copar la mayoría de salas de apelaciones… y la CC. No se quiere dejar nada al azar.
La primera ofensiva –que no ha concluido–, consiste en aprovechar las vacantes en la CC dejadas por los magistrados Neftalí Aldana –por enfermedad– y Bonerge Mejía (fallecido). El primero era designado por la CSJ y el segundo por el Colegio de Abogados y Notarios (CANG). Se busca a candidatos ad hoc –apropiados–, aunque no idóneos, como manda la Constitución.
El primero en lograr la designación por la CSJ ha sido el dos veces magistrado ante la CC, Roberto Molina Barreto, y por el CANG se invirtió en dos candidatos con las mismas características, para asegurar que uno de ellos llegara, a pesar de los cuestionamientos sobre ambos: el juez Mynor Moto y el exrector de la USAC, Estuardo Gálvez.
Aunque ganó el juez –hoy abogado prófugo de la justicia–, es muy difícil que pueda asumir el cargo, pues la elección ha sido impugnada, precisamente por la falta de idoneidad de los candidatos. Además, sobre Moto pesa una orden de captura por el delito de obstrucción a la justicia.
Las jugadas para llevar a dos magistrados clave a la hora de las votaciones en la CC, podrían parecer prematuras, pero obedecen al plan estratégico global. Lo que se pretende es que la actual CC no vaya a dar trámite a ningún amparo contra los procesos que están por venir y se entrampe así, la selección de nuevos magistrados o se pueda volver a actuar contra el retraso malicioso que lleva a cabo el Congreso en la elección de la CSJ y magistrados de sala.
De haberse consumado la llegada de Moto, se habrían asegurado los tres votos como titulares: el del exjuez señalado por corrupto, el de Molina Barreto y Dina Ochoa. Se garantiza así, la neutralización de cualquier acción que podrían presentar por parte de grupos del sector justicia, abogados independientes o el Procurador de los Derechos Humanos (PDC), Jordán Rodas,
De tal cuenta que era una jugada acertada para las pretensiones de los grupos poderosos, que tienen en su estrategia aumentar la presencia en redes sociales para crear confusión entre la opinión pública.
En esta etapa, la ruta definida y concertada entre los tres poderes del Estado es la siguiente: 1.- Control de la CC actual; 2.- Las cinco instituciones que nombran magistrados anuncian inicio de selección de candidatos; 3.- El Congreso posterga la elección de CSJ y magistrados de sala todo lo posible, para que sea la actual CSJ la que nombre a los dos magistrados que le corresponde enviar a la CC en abril; 4.- El Congreso elige primero a magistrados de sala para aplacar el clamor popular; 5.- Se nombra nueva CC; y 6.- El Congreso elige CSJ, nombrada a su conveniencia; y 6.- Se completa el control de todo el sistema de justicia.
Los electores de la CC
Por mandato constitucional, son cinco los electores que participan en el proceso de integración de la CC. Teóricamente los aspirantes deben reunir las cualidades de idoneidad –honorabilidad, capacidad, experiencia–, pero como suele suceder, no se respeta y mas bien se busca a abogados que sigan lineamientos. Estos son los planes de electores:
EL CONGRESO: Mientras se detiene la elección de magistrados de la CSJ y de salas de apelaciones –con más de un año de retraso–, se ha abierto ya el proceso para elegir a los dos representantes –uno titular y otro suplente–, para el nuevo período de la CC. Se espera que la corriente oficialista –con mayoría de votos–, sea la que imponga a sus candidatos. Magistrados afines al oficialismo y aliados.
CORTE SUPREMA: Se logra lo esperado. La idea ha sido que sean los actuales magistrados de la CSJ –muy comprometidos y alineados–, quienes designen magistrados, con el fin de que no se corra ningún riesgo. Se espera una elección similar a la que llevó a Molina Barreto de vuelta a la CC. No se descarta que él mismo se postule y sea designado nuevamente. De no ser Molina, sería alguien que igualmente responda a intereses de los poderes del Estado.
EJECUTIVO: Se espera que suceda lo mismo que en la última magistratura de la CC, cuando se nombro a Ochoa para que siguiera los lineamientos de la Presidencia. Alejandro Giammattei encabeza los movimientos de los diferentes grupos, por lo que no cabe esperar que vaya a buscar a un candidato idóneo e independiente. Con los tres organismos del Estado se garantizan los tres votos vitales para el control de la CC. El mandatario ya dijo que no hará una selección abierta y pública.
USAC: Aunque sigue la misma tendencia de los organismos estatales, la USAC es una institución que está más abierta a presiones de terceros grupos, aunque casi todos, con los mismos fines que los ya mencionados. Muy pronto empezará el cabildeo y se sabe que el Consejo Superior Universitario (CSU), que es el que designa, es poroso y receptivo a mafias y estructuras de corrupción.
EL CANG: El Colegio de Abogados y Notarios es la quinta institución que nombra magistrados a la CC. Como se evidencio en la última elección –la de Moto–,y se ha visto antes, las elecciones en este ente gremial se mueven por intereses oscuros. Se invierten millones en las campañas para ganar las elecciones que realizan, lo que significa que los ganadores llegan con serios compromisos con sus financistas. ¿Quién invierte en este tipo de campañas?, los que desean tener influencia en la más alta sala judicial, y no quieren independencia en la CC.
Advertencia made in USA
En su último día como Secretario Adjunto Interino para el Hemisferio Occidental, Michael Kozak, lanzó un poderoso dardo contra los esfuerzos de la alianza oficialista para recordar que Estados Unidos sigue con atención lo que está sucediendo con las elecciones de magistrados a la CC en Guatemala. Por medio de un tuit, el alto funcionario del Departamento de Estado escribió lo siguiente:
- La Corte Constitucional de Guatemala es un pilar fundamental de la democracia. El pueblo guatemalteco merece magistrados calificados, temporales y permanente, que cumplan con los más altos estándares de transparencia y responsabilidad para proteger la justicia para todos, no para el interés propio de unos pocos.
Recordemos que esto ocurrió durante el último día de la administración de Donald Trump, la misma que en 2019 abandonó a Guatemala en su lucha contra la corrupción y la impunidad, a cambio de favores diplomáticos del gobierno del entonces presidente Jimmy Morales.
Sin embargo, desde octubre del año 2020 la posición estadounidense de cara a la lucha contra la corrupción y la creciente impunidad en Guatemala cambió de nuevo radicalmente. El propio Kozak salió en defensa de Juan Francisco Sandoval, el valiente Fiscal Especial Contra la Corrupción (Feci), cuando la Fiscal General, Consuelo Porras –quien en teoría debe defender a sus fiscales– propició una investigación en su contra. En aquel entonces le escribió, también por tuit:
- La Fiscal General de Guatemala tiene como deber perseguir legítimas investigaciones de corrupción hasta donde lleven. Persiga a los corruptos, no a sus fiscales anticorrupción en la FECI.
No fueron los únicos tuits de Kosak en los últimos tres meses. En varias ocasiones se manifestó, siempre en la misma dirección y en el mismo tono.
Cabe recordar que la política exterior del Departamento de Estado, hacia países pequeños como Guatemala, no suelen cambiar demasiado cuando llega una nueva administración, por más que haya alternancia de republicanos a demócratas, como es el caso actual.
Sin embargo, se espera que la línea a favor de la lucha contra la corrupción y la impunidad se acentúe con Joe Biden, sobre todo, porque esta administración parece tener mucho más interés en promover el fortalecimiento de las democracias en su frontera sur.
El embajador, William Popp, nombrado también en el último semestre de la administración Trump, es un diplomático de carrera y ya demostró, por medio de algunas intervenciones públicas, que estará a favor de luchar porque el sistema de justicia del país sea verdaderamente independiente. También se ha manifestado a favor de la labor que Sandoval y la Feci llevan a cabo.
Popp ha insistido en que, para conseguir prosperidad, debe mejorar la transparencia, en una clara –aunque velada– alusión a la corrupción imperante en el país.
Giammattei: acciones en sombras
El presidente Alejandro Giammattei ha optado por caminar en las sombras en todo el proceso de elección de cortes y magistrados. La versión pública de su papel, muy distante de la realidad, es la que ha sostenido en entrevistas: –Respeto la independencia entre los poderes de Estado y no intervengo en los procesos de elección. Esto cuando se refiere la prensa al retraso del Congreso en la elección de la nueva CSJ.
En privado, el presidente no solo apoya la postura del Congreso por medio de Allan Rodríguez, sino que la impulsa y promueve con los líderes de todos los partidos en alianza con el oficialismo. De una conversación del mandatario con magistrados de la CSJ salió el nombre de Molina Barreto para cubrir la vacante en la CC.
Una fuente cercana dice que, ya hay nombre para los magistrados que designará el Presidente, aunque se asegura que se hará una especie de convocatoria, para hacer parecer democrática la selección, aunque se niega en hacer público todo el proceso.
Se sabe que el proceso de selección debe pasar por Miguel Martínez, ahora apartado de los reflectores por no tener más cargos oficiales dentro de la administración. Eso explica los comentarios que se escuchan en Casa Presidencial, los cuáles apuntan a que, todo lo que llega al presidente, debe recibir previamente el OK de Miguel.
El balance final
No es para nada halagüeño. La actual CC ya se ha visto debilitada en su independencia con la llegada de Molina Barreto. Si Moto logra sortear los obstáculos, confirmará el control de parte del oficialismo y sus aliados naturales.
Aun sin Moto, las fuerzas internas de la CC ya están equilibradas y parece difícil que tenga aún la capacidad para jugar el papel de contrapoder que venía teniendo. Pero en todo caso, la nueva CC, que asume en abril, será más próxima al oficialismo, aunque habrá previamente una lucha para que la elección de magistrados apunte a que estos sean honorables e independientes… lo que no será fácil de conseguir.
Los grupos pro justicia, organizaciones de la sociedad civil y ciudadanos, sí como la prensa independiente, exigirán que se nombre magistrados idóneos para la CC, pero son las cinco instituciones electoras las que tendrán la última palabra.
La presión ciudadana, de las organizaciones civiles y, sobre todo, de la comunidad internacional, con Estados Unidos a la cabeza, son el contrapeso y presión para defender la independencia judicial.
Fuerzas desbalanceadas
Hay diferentes corrientes en torno a la lucha por el control de la justicia. Sin embargo, la fuerzas en esta partida de ajedrez, se muestran claramente inclinadas hacia las blancas, como puede apreciarse al ver a los protagonistas:
ALIANZA OFICIALISTA: Por supuesto empieza por la cabeza del ejecutivo, el presidente Alejandro Giammattei. Luego están los otros dos poderes del Estado, controlados por la misma fuerza. En el Legislativo, la alianza oficialista ha demostrado su contundencia. Puede asegurar la elección de la CSJ y magistrados de sala a su antojo, y decidir también a los dos magistrados –titular y suplente– que enviarán a la CC.
La actual CSJ es abrumadoramente favorable a esta corriente, lo que cierra el círculo de los tres poderes del Estado. Muy cercanos a este grupo hay operadores de mafias corruptas y del crimen organizado que apoyan en la misma dirección, tomando en cuenta que la impunidad abarca a todos. En ese mismo interés están corrientes de militares, que desean ampliar su influencia en el país, no con los mejores fines.
Alguna parte del sector empresarial apoya el esfuerrzo de cambiar el rumbo de la CC, aunque hay algunos empresarios que manifiestan preocupación por la pérdida de un auténtico Estado de Derecho y el fortalecimiento de una clase política corrupta que no lleva a ninguna parte al país. Otro aliado importante es la Fiscal General Consuelo Porras, quien, eventualmente puede ser utilizada como un arma represiva.
Cuentan con el apoyo de la prensa oficialista, especialmente los canales de televisión del empresario mexicano Ángel González.
POR LA INDEPENDENCIA: Aquí veríamos a un grupo con menos poder o influencia, pero con un actor deterimante. La fuerza se monta en organizaciones del sector civil, enfocadas en la Justicia, movimientos ciudadanos, la comunidad internacional. Cuentan con que la prensa independiente haga fluir la información y se abra al debate del tema, para ampliar la base ciudadana.
Aunque muchos hablarán de intervención en suntos internos, el actor más importante podría ser Estados Unidos.
En el Congreso estadounidense hay ya intensa actividad para exigir a Guatemala y al presidente Giammattei que se tome el camino de luchar contra la corrupción y la impunidad. No se descarta que nombres de diputados y funcionarios del más alto rango, que apoyen a magistrados no idóneos y vinculados con la corrupción, puedan ser incluidos en una lista y pierdan su visa estadounidense.
Una partida desigual, pero interesante. En el ajedrez, como en todos los deportes, no siempre el mas poderoso es el que gana la partida.