Un total de 60 migrantes, en su mayoría centroamericanos, fueron abandonados dentro de un vehículo de carga por traficantes de personas en Novara, estado mexicano de Veracruz, y tras permanecer dos días sin ingerir alimentos y agua cuatro murieron, tres de ellos guatemaltecos y un más de nacionalidad ecuatoriano.
Los migrantes fueron rescatados por autoridades del Instituto Nacional de Migración de México, la Policía Federal y la Cruz Roja mexicana.
Tras ser auxiliados fueron llevados a un centro hospitalario porque presentaban problemas de salud debido al prolongado encierro, al no haber ingerido alimentos y líquidos en 48 horas, y por las condiciones de insalubridad y hacinamiento en que se encontraban.