Estados Unidos ha ejecutado por inyección letal este viernes a Alfred Bourgeois, el segundo recluso ajusticiado en poco más de 24 horas y el décimo en lo que va de 2020, mientras que están planeados otros cuatro ajusticiamientos antes de que acabe el año.
A Bourgeois, un hombre oriundo del estado de Luisiana de 56 años, lo ejecutaron en el Complejo Correccional Federal de Terre Haute, en el estado de Indiana, tras llevar más de 15 años en el corredor de la muerte por el abuso y asesinato de su hija, según informan los medios estadounidenses.
El acusado, condenado por torturar a su hija de dos años física, sexual y emocionalmente, además de golpearla hasta la muerte después de que ella cayera de su orinal, según ha detallado el Departamento de Justicia.
Durante sus últimas palabras, Bourgeois ha negado su culpabilidad y ha pedido «a Dios que perdone a todos los que conspiraron y tramaron en mi contra, creando pruebas falsas».
El Tribunal Supremo del país denegó la semana pasada una petición de aplazamiento para el enjuiciamiento de Bourgeois, que se produce tan solo un día después de la ejecución de Brandon Bernard, coincidiendo con el Día Mundial por los Derechos Humanos, un hombre de 40 años ajusticiado por un delito que cometió hace 22 años, recién cumplida su mayoría de edad.
Con anterioridad, los intentos de ejecución de Bourgeois se habían detenido bajo el argumento de sus abogados de que padecía una discapacidad intelectual, aunque esta vez fueron rechazados.
Pena capital
Bourgeois es la décima persona a la que se somete a la pena capital desde que el pasado mes de julio la Administración republicana de Donald Trump decidiera reiniciar este tipo de castigos tras 17 años de moratoria.
El Departamento de Justicia planea otras cuatro ejecuciones federales de criminales convictos antes de que el presidente electo, Joe Biden, asuma el cargo el 20 de enero. El demócrata se ha mostrado contrario a este tipo de penas, al contrario que la Administración del presidente Trump.
El fiscal general estadounidense, William Barr, anunció en julio de 2019 que reiniciaría las ejecuciones en casos federales y ordenó que se procediera al ajusticiamiento de cinco reos condenados «por el asesinato, y en ocasiones, la tortura y violación, de los más vulnerables de la sociedad, niños y ancianos».
Las palabras de Barr supusieron el anuncio oficial del fin de una moratoria informal sobre la pena de muerte desde la ejecución en 2003 de Louis Jones. No obstante, la pena capital ha seguido aplicándose en cada uno de los 29 estados en los que está contemplada.