El Partido Demócrata abre este lunes una convención virtual sin precedentes en la que sus distintas facciones han cerrado filas detrás de Joe Biden, con el objetivo común de vencer en las urnas al presidente Donald Trump.
Sanders
«Es absolutamente imperativo que Donald Trump sea derrotado«, dijo a la cadena ABC el senador izquierdista Bernie Sanders, exrival de Biden en la carrera por la nominación demócrata y uno de los principales oradores en la noche de apertura de la convención.
El encuentro, previsto originalmente en la ciudad de Milwaukee, debió tornarse virtual por la pandemia de covid-19
Trump
Para añadir drama a la situación, la convención se desarrollará durante cuatro días también en medio del furor que han generado los intentos de Trump para limitar el voto por correo.
El mandatario, que insiste sin presentar pruebas que el voto por correo fomentará el fraude electoral, ha amenazado con bloquear fondos adicionales que -según los demócratas- el servicio postal necesita urgentemente para procesar millones de papeletas.
Tradicionalmente, las convenciones partidarias para nominar a un candidato presidencial reúnen a decenas de miles de militantes, con celebraciones diseñadas para atraer la atención del país hacia los contendientes, presentar nuevas figuras, inspirar a las bases e -idealmente- conquistar indecisos y sectores independientes.
Atmósfera virtual
Los republicanos también realizarán una convención virtual tras varios intentos fallidos de salvar el formato presencial.
La elección de Milwaukee como sede de la convención demócrata se basó principalmente por su ubicación en Wisconsin, un importante estado péndulo, que a veces favorece a los demócratas y a veces a los republicanos.
La ciudad invirtió millones de dólares en los preparativos para la frustrada ocasión.
Audiencia en autocines
Desde que se tomó la decisión de realizar un encuentro virtual, los organizadores se esfuerzan por recrear en línea la atmósfera de las convenciones, caracterizada por los aplausos estruendosos, el color del público, el lanzamiento de globos y un clima circense.
Se espera que la audiencia acceda a transmisiones en vivo en cientos de «fiestas» en las que se seguirá la convención en directo, algunas en autocines.
Varios de esos encuentros tendrán como anfitriones a destacadas figuras del partido, entre ellas algunos exrivales de Biden, como la senadora Amy Klobuchar.
Este formato experimental dará a los oradores la oportunidad de dirigirse a los votantes sin filtros, liberados de las distracciones usuales, la parafernalia escénica y los gritos de los delegados.
Pero otros temen que se convierta en un espectáculo soporífero.
Clinton y Obama, presentes
Biden lidera las encuestas con una ventaja de entre nueve y diez puntos porcentuales sobre Trump, y entre señales de que la histórica elección de su compañera de fórmula, Kamala Harris, goza de amplia popularidad entre los demócratas.
Harris, la primera mujer negra en figurar en la fórmula presidencial de un partido principal, representa según Biden la encarnación del «Sueño Americano».
Esta exfiscal de 55 años, hija de inmigrantes indios y jamaiquinos, provee una energía relativamente joven a la figura de Biden, de 77 años.
La jornada inaugural del lunes contará, además de Sanders, líder del ala más progresista, con la presencia de la admirada ex primera dama Michelle Obama.
El martes hablará el expresidente Bill Clinton (1993-2001) y Jill Biden, esposa del actual candidato.
El expresidente Barack Obama (2009-2017) tendrá su turno el miércoles, igual que Harris, antes del gran final el jueves cuando Biden aceptará formalmente la nominación y pronunciará un discurso por videoconferencia, desde su casa en Delaware.
«Si soy electo presidente, siempre elegiré unir en vez de dividir», escribió Biden el domingo en un tuit. «Asumiré la responsabilidad en vez de culpar a los demás», agregó.
Una «no convención»
Biden blandirá su programa de 700,000 millones de dólares para la inversión en nuevas tecnologías y la creación de unos cinco millones de empleos.
El llamado plan «Build Back Better» (Reconstruye mejor) resulta un desafío hostil a Trump, en un país castigado por una pandemia que se ha cobrado millones de empleos.
Y como muestra de apertura e inclusión, el exgobernador republicano de Ohio John Kasich, tendrá un lugar como orador el lunes.
Quienes antecedan a Biden en los discursos cimentarán el terreno para el candidato, subrayando la conducción «fallida» de Trump y la «promesa» de lo que se podría alcanzar con Biden como presidente, dijo Stephanie Cutter, alta oficial del partido.
Históricamente, las convenciones otorgan un empujón a los partidos, pero eso aplica también para los republicanos cuando celebren su encuentro el otro lunes.
Sin embargo, no queda claro si guiarse por los registros del pasado puede ser un indicador preciso.
«Realmente no sabemos si esta especie de ‘no convención’ o convención virtual más un discurso producirá algo parecido al tipo de impacto de corto plazo que hemos visto en elecciones pasadas», dijo Charles Franklin, profesor de la Marquette University y encuestador.
Además de la pandemia, que suma 170.000 muertos en Estados Unidos, otro evento amenaza con ensombrecer el show demócrata: una gira de campaña de último minuto de Trump, que comenzará este lunes en Wisconsin y Minnesota, y terminará precisamente el jueves cerca de Scranton, Pensilvania, donde Biden creció.