Autoridades mexicanas investigan la castración de un oso negro que fue capturado tras interactuar con paseantes en un parque ecológico en el estado de Nuevo León (norte).
Las averiguaciones están a cargo de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), que solicitó los documentos que sustentan la intervención del animal de 96 kilos.
Castrado
Luego de su captura la semana pasada afuera de una casa, el ejemplar fue trasladado a la Facultad de Veterinaria de la Universidad Autónoma de Nuevo León para practicarle estudios rutinarios.
Pero una vez allí, el laboratorio de fauna silvestre de la facultad…
«…consideró que debido al comportamiento errático del oso, que había vuelto (…) a alimentarse con basura en la zona urbanizada, era necesario«,
castrarlo, refirió Profepa el domingo en un comunicado.
Posteriormente, el oso fue liberado en la Sierra de Nido, en el estado de Chihuahua (norte).
Selfie
El espécimen fue grabado recientemente cuando abordaba a dos mujeres, una en un parque de Nuevo León y otra en un vecindario cercano al lugar, sin llegar a atacarlas.
Una de ellas incluso se hizo una selfi.
La castración fue autorizada por un alto responsable de Profepa, quien estimó que el procedimiento era necesario:
- para evitar la reproducción de ejemplares de las subespecies ‘amblyceps’ y ‘eremicus’
- y también reducir la probabilidad de enfrentamientos con otros osos en la Sierra
El animal había sido capturado mientras dormía afuera de una vivienda en el municipio de San Pedro Garza.
La AFP consultó a miembros del laboratorio que recomendó la castración, pero se abstuvieron de hacer declaraciones «por no estar autorizados».