La pandemia del coronavirus provocó un golpe «rápido y masivo» que hundió a la economía mundial en la crisis más extendida desde 1870, advirtió este lunes el Banco Mundial.
El organismo espera una contracción de la economía mundial del 5.2% en 2020, con una caída del PIB en Latinoamérica del 7.2%.
«La pandemia representa el mayor golpe económico que el mundo ha experimentado en décadas, provocando un colapso de la actividad global», explicó el Banco.
La contracción de la economía mundial llevará a la peor recesión en 80 años pero la caída del producto bruto per cápita es la más extendida desde 1870 debido al número de países afectados.
Esta crisis puede arrastrar a entre 70 y 100 millones de personas a la pobreza extrema, una cifra mayor a la estimación previa del banco que proyectaba que 60 millones de personas estaban en riesgo.
La pandemia del coronavirus -detectado a finales de 2019 en China- ha dejado cerca de 400,000 muertos, según un conteo de la AFP. Para frenar el contagio y tratar de evitar un desborde de los sistemas de salud, numerosos países decretaron un confinamiento que tuvo efectos severos en la economía.
Según las previsiones del BM, China registrará un crecimiento de 1%, en contraste con la contracción de 6.1% en Estados Unidos, de 9.1% en la Zona Euro y de 6.1% en Japón.
El Banco estimó que este golpe va a ser más fuerte donde la pandemia ha sido más severa y en los lugares que dependen más fuertemente del comercio global, el turismo, las exportaciones y el financiamiento exterior.
Fuerte caída del PIB en Brasil
En Brasil – el tercer país con más muertos después de Estados Unidos y el Reino Unido, con cerca de 36,500 fallecidos – el Banco Mundial espera una contracción de 8% del PIB, mientras que para Argentina la entidad proyecta una retracción del PIB de 7.3% y de 7.5% para México.
El banco destacó que el impacto en América Latina es más pronunciado que el desplome sufrido durante la recesión financiera global de la década pasada o durante la crisis de la deuda de la década de 1980.
La abrupta desaceleración en Estados Unidos y en China perturbaron la cadena de suministros para México y Brasil, y provocó una aguda caída de las exportaciones en países como Chile y Perú, explicó el Banco.
En Centroamérica, el choque llegó mediante la severa contracción en Estados Unidos que afectó el comercio y las remesas de migrantes. En México y el Caribe el golpe también llegó por el hundimiento de la industria del turismo.
El Banco espera una contracción del PIB per cápita en un 90% de los países emergentes y teme que esto arrastre a «millones de personas a la pobreza».
El ingorme advirtió que los mercados emergentes recibirán además el golpe de un crecimiento más débil en China y de un colapso de la demanda global de materias primas, especialmente del petróleo.
«El promedio de los países en desarrollo es más vulnerable al estrés financiero ahora que antes de la crisis global de 2007-2009», estimó la entidad multilateral que explicó que hay un mayor endeudamiento de gobiernos y del sector privado y un mayor déficit fiscal.
Cicatrices de la crisis
El Banco advirtió que existen riesgos «excepcionalmente elevados» de que en caso de que haya un repunte de la pandemia o que se tarde en controlar el avance del virus, el PIB mundial ceda hasta un 8%.
«Las perturbaciones (…) podrían forzar a las empresas a cesar sus actividades», constató el BM.
Esta crisis puede dejar «cicatrices» que impliquen que la recuperación puede ser insuficiente para volver a los niveles que se proyectaban antes de la pandemia, señaló la institución que llamó a impulsar reformas para mejorar las perspectivas de crecimiento.
«El daño económico de la pandemia puede ser duradero ya que va a tomar un tiempo considerable reparar los daños en el mercado laboral, la cadena de valor, las hojas de balance (de las empresas) y restaurar la confianza del consumidor», concluyó.
Pese a que hay una tasa de crecimiento mundial prevista de 4.2% para el próximo año, el Banco advirtió que en muchos países la crisis provocada por la COVID-19 debería pesar sobre el potencial de crecimiento en los próximos años.
Para América Latina el Banco espera que la recuperación lleve a un crecimiento de 2.8% en 2021, con considerables riesgos, incluyendo una reanudación de la ola de protestas del año pasado.