Recientemente, junto a varios miembros de Jóvenes por Guatemala y Primero Guatemala presentamos los resultados del Proyecto de Seguimiento a la Política Nacional de Prevención de la Violencia y el Delito de la República de Guatemala en los primeros seis meses de Gobierno. Este buscaba evaluar cómo las alcaldías ejecutan dicha política, cuáles eran sus fortalezas y en qué áreas se les puede apoyar de una forma más integral; todo con un solo objetivo: que juntos como sociedad trabajemos por resguardar la vida y la seguridad de todos los guatemaltecos.
El proyecto se realizó en los municipios de Guatemala, Villa Nueva, Mixco y Amatitlán, municipios que —como todos sabemos— son de alta vulnerabilidad.
El objetivo del proyecto fue promover el compromiso de las autoridades ediles hacia la implementación y fortalecimiento de dicha política. Para conseguirlo, se organizaron capacitaciones a voluntarios de cada municipio y se realizaron visitas de evaluación. Luego de un período trabajo, se detectó la necesidad de que exista un plan integrado en materia de seguridad; en el cual se respeten los ejes de la Política Nacional de Prevención. Por supuesto, que lo ideal es que estos converjan con la Política Criminal Democrática del Ministerio Público y con una Política Nacional de Seguridad. Si trabajamos intensamente para que la integración de estas tres políticas sea una realidad, el resultado será que se impulsarán las acciones necesarias para abordar categóricamente uno de los temas prioritarios a nivel nacional.
Durante los meses en que Jóvenes por Guatemala ejecutó este proyecto, pudo comprobar que en las cuatro municipalidades la prevención de la violencia es un tema que se trabaja con sumo interés. Muestra de esto es que todas las alcaldías cuentan con iniciativas referentes al tema y abren espacios de participación ciudadana con el fin de involucrar a los vecinos en la toma de decisiones. Sin embargo, aún hay mucho camino que recorrer e iniciativas que fortalecer. Y a raíz de esto, la ejecución del proyecto produjo varias recomendaciones.
Una de las principales es que se debe revisar y enriquecer el Plan de Acción Nacional, dado que en las condiciones actuales no promueve la creación de planes de acción municipales. Además, una segunda recomendación es que resulta necesario focalizar los esfuerzos en las áreas de mayor riesgo, a través de acciones visibles que permitan mostrar la presencia del Estado. El proyecto de seguimiento también consideró clave generar un espacio permanente de comunicación interinstitucional que permita la retroalimentación y seguimiento del Plan de Acción Nacional.
Una de las acciones concretas que se derivó de este proyecto fue la firma de una carta de entendimiento entre el Viceministerio de Prevención de la Violencia y el Delito, Jóvenes por Guatemala y Primero Guatemala. En esta nos comprometemos a facilitar la cooperación interinstitucional para el desarrollo y mejora de planes de acción para la prevención de la violencia y el delito, promover la seguridad ciudadana y la convivencia pacífica, así como colaborar para el desarrollo de programas y proyectos específicos que busquen defender la vida, la libertad y la paz.
No cabe duda de que en el tema de la prevención de la violencia falta mucho camino que recorrer. Sin embargo, es cierto también que cuando un problema toca lo más profundo y sensible de una sociedad; siempre habrá ciudadanos que estén dispuestos a comprometerse y a luchar para fomentar una convivencia pacífica. Y con este convencimiento, Jóvenes por Guatemala y Primero Guatemala lanzan una invitación para que más sectores y actores se unan para fortalecer la prevención de la violencia y el delito.
El objetivo del proyecto fue promover el compromiso de las autoridades ediles hacia la implementación y fortalecimiento de dicha política.