En uno de los principales hospitales tunecinos que atiende a pacientes de coronavirus se puso en funcionamiento un robot para limitar los contactos entre personal y enfermos y mejorar los intercambios entre pacientes y familias.
Este aparato vertical rodante, coronado con una pantalla, puede medir la temperatura, el pulso o incluso la saturación de oxígeno en la sangre de los enfermos.
En el hospital Abderrahman Memmi de Ariana, cerca de Túnez, el primero en ser equipado con este tipo de dispositivos en el país, el robot permitirá a los médicos y a los familiares acercarse virtualmente a los pacientes.
«Esto reducirá el contacto con el paciente y, por tanto, el riesgo de contaminación del personal», subraya el doctor Nawel Besbes Chaouch, que dirige el servicio de neumología encargado de las personas infectadas.
«También facilitará la comunicación con el paciente, ya que podrá vernos en la pantalla sin tener que poner todos nuestros equipos de protección, que le impiden ver nuestros rostros y reconocernos», subraya.
Un sitio web permite a las familias reservar una franja horaria durante la cual el robot será teledirigido a la habitación del paciente para permitir una conversación en vídeo, puesto que las visitas están prohibidas.
El robot, del que hay una decena de ejemplares en funcionamiento en Europa, está completamente diseñado y fabricado en Túnez por Enova, una empresa nueva, con sede en Susa (este), la primera compañía de robótica en la región.
El robot se pudo desplegar en Túnez gracias a una donación de una empresa alemana establecida en el país.
Enova también puso un robot policial a disposición del ministerio del Interior.
Los hospitales públicos, que enfrentan profundos problemas de gestión, se han beneficiado de donaciones para hacer frente a la epidemia en Túnez, donde se han identificado oficialmente 998 casos, de los cuales 41 han muerto.